Investigador musical, videasta, productor, comunicador cultural y archivista audiovisual. Claudio Koremblit resume en estas cinco profesiones toda una vida laboral. Una experiencia única, que ahora se evidencia en los 15 documentales de Legado Pionero. Una cuidada producción que testimonia vida y obra de los músicos que cimentaron el jazz en la Argentina y que puede verse en el canal Youtube de Armusa.
“Si otra persona lo hubiera hecho, yo como espectador estaría feliz”. Claudio Koremblit intenta evaluar su propia obra con el desapego de la distancia. Pero es un propósito imposible. Significaría dejar de lado la pasión que alimentó cada uno de los 15 capítulos que realizó para la serie Legado Pionero, una singular historia audiovisual del jazz contada desde sus propios protagonistas.
En estas entregas publicadas en el canal de YouTube del archivo visual y sonoro de Armusa, cobran vida aquellos personajes que hicieron la historia grande del jazz. Desde Horacio Larumbe, Baby López Furst o el Negro González, hasta los aún vigentes Gustavo Bergalli, Bernardo Baraj y Jorge Navarro. Entrevistas ilustradas, como las define el propio Koremblit, que junto al material audiovisual de archivo, actuaciones y filmaciones privadas; van armando en esmerada edición la historia personal de cada artista.
¿Qué te impulsó a elaborar una serie como Legado Pionero?
Siempre tuve la valoración por el registro. Por el testimonio, por la conservación de los archivos de nuestra historia. Si a eso sumás mis gustos personales, que van desde el jazz al folclore, el tango o la música contemporánea, tenés de alguna manera las razones que impulsaron este Legado Pionero
¿Y cómo fuiste haciéndote de los materiales para cada capítulo?
Parte del material surge de un libro que yo comencé a hacer sobre los años 60. Un libro que aún no terminé. Pero me encontré que era tan grande el marco de lo que yo pretendía incluir en el libro que comencé a dividir los temas, a seleccionar, a separar los datos concretos de los mitos que circulaban sobre esos tiempos. Para ese trabajo entrevisté muchos músicos que a la par que contaban la historia de esos años, contaban también la suya propia. A eso súmale mi propio archivo personal. El material del que me fui haciendo a lo largo de los años en que trabaje como archivista primero y como productor y realizar audiovisual, después. Cosas que están en mi valija de datos. Un pedacito del trabajo de tantos años. Todo lo no deja de ser un delirio. Esto no existía en mi cabeza antes de la pandemia.
La serie comenzó casi tímidamente, pero se fue acelerando con el correr del año. Incluso hay capítulos que tienen tan solo una semana entre uno y otro.
Si, en enero tenía solo dos capítulos y en parte era un material prestado. Cosas hechas por Alfredo Rey. Pero a partir del tercero comencé a elaborar totalmente cada capítulo. Y en ese camino fuimos encontrando un lenguaje en común, que no había estado pensado previamente.
¿Cuál sería ese lenguaje común?
Yo siempre digo que son entrevistas ilustradas. Son todas las que hice durante muchos años, más algunas que me cedieron: la de Horacio Larumbe, que hizo Norberto Minichilo, la de Fats Fernández que hizo Gabriel Senanes y la de Rodolfo Alchourrón que hizo Paula Espel. El resto las hice yo, a excepción de Baby López Furst, el último músico de la serie, que no tendrá entrevistas.
¿Por qué razón la de Lopez Furst no tendrá entrevistas?
No hay entrevistas a Baby. Si las hubo fueron borradas. Pero esa ausencia la suplanté con mucho material que me dio la familia. Incluso algunas películas caseras en Super 8, donde el Baby juega y hace ficciones familiares. Todavía lo estoy mirando y estoy viendo como lo encaro. De alguna manera voy improvisando. En base a lo que me llega, el material que tengo, lo que me emociona o me toca.
¿La serie podría ser vista como reivindicatoria de una generación relegada?
No. Reivindicación no. Igualación, te diría. Igualación de los artistas. Los hay más conocidos y los hay menos conocidos, pero aquí no vas a encontrar una diferencia en base a eso. Yo estoy convencido de que no te podés guiar por el mercado en la música o en cualquier otra expresión artística. Eso está claro. Ni siquiera con la historiografía oficial, que tiene sus santos y sus ignorados. Por eso, pienso que esta serie apunta más a la igualación que a la reivindicación.
Como buena parte de estos materiales no estaban al alcance del aficionado, podría darse también cierto redescubrimiento de talentos y trayectorias.
Sí, claro. Mucha gente va a ver por primera vez a estos músicos tocando. No los han visto en vida, no los han visto en actividad y los pueden ver ahora por primera vez. Me parece que eso es único. También opera así en los recuerdos. Ernesto Jodos, por ejemplo, me contó cómo se emocionó al volver a ver a Larumbe, un músico que él admiraba y que seguía en sus épocas de estudiante. Claro que lamentablemente no sobran los materiales para poder mostrar todo lo que hubiera querido. De algunos ni siquiera había fotos. El Bebe Eguía, por ejemplo.
Bueno el caso de Eguía es típico. Tampoco hay grabaciones. Solo un par de tomas caseras, tengo entendido. ¿A qué se debe esta falta de materiales en los archivos?
Es que no hay criterio para guardar. Pensá que se ha perdido casi todo lo que se hizo en la televisión argentina. Lo que queda es una gota de agua. Lo que se grababa se borraba a los 15 días. Es un milagro que aparezcan estas cosas. De Eduardo Rovira por ejemplo, no hay nada. Un compositor fundamental en la vanguardia del tango y solo queda un fragmento en el que aparece tocando de espaldas. Este es el único documento audiovisual que hay sobre este músico. Es lamentable.
La serie integra 15 músicos fundamentales del jazz pionero. Pero toda selección es un recorte. ¿Te quedó afuera algún músico que hubieras querido incluir?
Sí. Obviamente quedaron muchos músicos afuera. Me interesaban mucho Pipo Troise, el Chivo Borraro, Sergio Mihanovich. Pero lo que sucede es que no hay casi nada de material. No hay filmaciones y a lo mejor unas pocas fotos que ya todos conocen. En esos casos, como te decía, tenés que contar con el apoyo y la colaboración de la familia y algunas veces eso no sucede. De todas maneras yo había planteado quince episodios desde el vamos y me parece que es un número acertado.
Más allá de las ausencias que enumerás, quisiera preguntarte por otros dos que por alguna razón no incluiste: el Gato Barbieri y el Mono Villegas.
Con el Mono Villegas pienso hacer un documental aparte por afuera de la serie, como lo hice con el Cuchi Leguizamón. El tema del Gato es distinto. Hay allí todo un tema de derechos. Entras en una zona comercial. Tenés que tener otros recursos, pedir permisos, negociar derechos, por ejemplo con la televisación italiana. Y eso ya excede mis posibilidades.
A propósito del documental sobre el Cuchi. ¿Te sorprendió su repercusión?
Totalmente. El documental del Cuchi me sorprendió, me desbordó. Nunca hubiera pensado que un documental de un compositor nada comercial, ilustre pero no famoso masivamente y que además salió por un canal de Youtube, iba a tener tanta repercusión. El documental se liberó entre el 27 y el 29 de septiembre, solamente desde el canal del Archivo Armusa y tuvo 28 mil espectadores. Eso de alguna manera disparó esta serie.
¿Legado Pionero podría tener su continuidad en otros géneros?
Si, Legado Pionero va a continuar con otros géneros. Todavía no le he dicho. Pero esa es la idea. Sin memoria no hay historia, por eso siempre será necesario conocer las huellas esenciales de cada género. Los tipos que tuvieron que hacer todo desde cero. Los pioneros de la historia.
Legado Pionero. Horacio Larumbe / Fats Fernández / Santiago Giacobbe /Rodolfo Alchourrón / Jorge “Negro” González / Alberto Favero / Jorge López Ruiz / Bernardo Baraj / Gustavo Bergalli / Nestor Astarita / Pocho Lapouble / Américo Belloto / Jorge Anders / Jorge Navarro / Baby López Furst.
Si no fuera que hablo yo, debería decir qué buena nota, pero como dice que soy yo, no puedo autoalabarme. Sí, entiendo que es necesario saber cómo se concretan los proyectos utópicos como este. Pero lo que más me gusta es saber cómo lo reciben los involucrados y cómo se ve desde el campo audiovisual, si se rpercibe la pasión en juego, si califica para documemtal o para programa de tv semanal, o qué aporta. Para mi Ego: too much. Gracias!!!