El pianista argentino Santos Chillemi, radicado hace más de 25 años en Europa, regresa al país para un show único en el Club Boris. El próximo martes 13, el músico presentará su obra «Nueve imágenes de la Argentina» junto al contrabajista Daniel Nakamurakare.
Fue en 1981 la última vez que Santos Chillemi compartió un escenario con Daniel Nakamurakare. Aquel show, en la Manzana de las Luces, ofició de despedida para el pianista de Villa Devoto, quien entonces partió para Europa. Más de 30 años después ambos músicos se reencuentran en la ciudad que los vio nacer, para coincidir nuevamente en un escenario y una noche especial.
El martes 13 en el Club Boris, Chillemi y Nakamurakare reeditaran aquel último encuentro de los 80 y lo festejaran con el estreno local de «Nueve imágenes de la Argentina», la obra del pianista argentino editada en Europa.
El dúo presentará además un repertorio compuesto por otras obras propias, tangos, algo de blues y la mixtura de sus diferentes universos e influencias, como la música clásica y contemporánea, el jazz y el folklore.
Durante su estadía en Francia, Chillemi grabó ya seis discos como solista y ediciones Lemoine le publicó dos álbumes de partituras que contienen «Nueve Imágenes de Argentina» seguidos de cuatro homenajes «La Sitinienne» «La bartokienne» «La Debussyenne» y «La Ravelienne».
Por su parte Daniel Nakamurakare tiene una extensa trayectoria como contrabajista, arreglador y compositor. Formado en la música clásica, ha tocado con Dino Saluzzi, «Cuchi» Leguizamón, Rubén Juárez , Eladia Blázquez y María Creuza, entre otros artistas.
En 2013 editó su disco debut «Reflejos de Músicas Argentinas» a través del sello Shagrada Medra, integrado por diez composiciones propias que van desde tango, chacarera, baguala, zortzico (un ritmo de danza vasca) y milonga entre otros géneros.
«Nueve imágenes de Argentina» Santos Chillemi-Daniel Nakamurakare
Martes 13 de Mayo a las 21.30 hs.
en BORIS CLUB Gorriti 5568 – Palermo, CABA
www.borisclub.com
Querido amigo no puedo creer que vivimos tan cerca todos estos años, y sin encontrarnos un abrazo de un pibe porteño catalán