Con talento y perseverancia, Yamile Burich se ha convirtido en una de las principales figuras emergentes del jazz local. Al frente de su quinteto, las Jazz Ladies, la saxofonista acaba de lanzar el primer disco de esa formación, en la que destaca la guitarrista Patricia Grinfeld. “Ahora!”, grabado en noviembre pasado, es un notable debut. De esos que dejan bien claro que la solvencia grupal es mucho más que la suma de buenas individualidades.
Con su primer disco bajo el brazo la saxofonista Yamile Burich y su quinteto siguen abriendo caminos en la escena jazzera local. Al frente de las Jazz Ladies, la salteña está presentando “Ahora!” , el disco debut de su agrupación con temas propios y otros de autores emblemáticos del jazz de los años 60, como Benny Golson y Lou Donaldson.
“Siempre tuve la idea de hacer un grupo así, más tirado a la fusión, pero no eléctrica”, dice Yamile. “Me interesaba la fusión acústica entre lo afro, lo látin y el jazz de los 60s, también con algo de experimentación. Esa era la dirección que yo quería. Compuse algunos temas de ese estilo y luego llegó el grupo, llegaron las ladies y todo comenzó a tomar forma””.
¿Cuánto hacía que venían tocando cuando hicieron el disco?
Hacía seis meses que veníamos tocando y ensayando. Ya tenemos un repertorio armado desde el principio. Cuando fuimos a grabar ya teníamos prácticamente todo resuelto. La idea era hacer un EP. Pero cuando comenzamos a tocar salió todo tan bien, tan fluido, que nos decidimos por un disco.
¿Tenías temas antes de la formación del grupo o compusiste para esta formación?
Algunos temas los tenía compuestos desde hace tiempo, pero sufrieron cambios cuando entra en escena el grupo. Allí los temas cambian, se enriquecen. Y al mismo tiempo el grupo se consolida también. Fijate que en el disco hay sólo dos temas mios, pero ahora en los shows que estamos haciendo con posterioridad al disco, la mitad del repertorio son temas originales. Ya tenemos material para un segundo disco.
¿Y qué te pasa puntualmente a vos con cuando volvés a escuchar “Ahora!”?
Me siento muy identificada. Con el sonido, con el concepto. Soy más yo. Me di el gusto de grabar dos temas en trío con tenor, bajo y batería. Las dos baladas, “I remember Clifford”, de Benny Golson y “I’ve grown accustomed to her face”, que es el tema de My Fair Lady. Era algo que quería hacer y me gustó mucho como quedó. El aire que tiene. Y después están los temas con todo el grupo, que también suenan muy lindo.
¿Sentís que el grupo cambió después del disco debut?
Si, totalmente. Eso era justamente lo que yo sabía que iba a pasar con la grabación. Cuando un grupo va a un estudio, siempre sale tocando mejor. Porqué allí es donde ves qué cosas están bien y cuáles no. Se madura con la grabación. Muchos me aconsejaban que grabara después de un tiempo de “caminar” con la banda. Pero yo sentía que el grupo se iba a consolidar más con la grabación y que a partir del disco íbamos a acelerar nuestro crecimiento. Y creo que así fue que se dio finalmente.
¿Qué te decidió a integrar una guitarra en el grupo?
Mis grupos estables siempre fueron con guitarra, pero nunca me puse a pensar porqué. Me gusta mucho la guitarra. Me gusta como queda con el saxo. Yo he tocado mucho con Ramiro (Penovi) y me encanta como sale. Ahora estoy tocando con Patricia (Grinfeld) y está buenísimo. Porque además, si bien el instrumento me encanta, como te decía; yo siento que me engancho más con quien lo toca. Por eso cuando compongo estoy pensando en quien va a estar conmigo. Ahora yo escribo pensando en qué le va a gustar a Patricia. En qué momento ella puede aportar otra cosa. En donde vamos a estar en sintonía, en que momento soleamos. Cuando escribo estoy pensando en su estilo, en su forma de tocar.
¿No es tan usual la dupla saxo y guitarra en el jazz o me equivoco?
Si, te equivocas (risas). Hay muchos ejemplos y muy buenos discos. Frank Wess, un saxo que estuvo en la orquesta de Count Basie, tocaba mucho con guitarra en sus propios grupos. Grabó con Kenny Burrell y con otros violeros. Y vos ves allí como las melodías van pegadas. Jim Hall tiene algunos discos muy lindos con Paul Desmond. Lou Donaldson tocó con Grant Green. Charles Lloyd también grababa con violeros. Recuerdo un disco muy lindo de los años 60… “Of course, of course” con Gábor Szabó en guitarra. Charlie Parker también tocaba con violeros en los comienzos del bebop. ¿Te acordás de Tiny Grimes?
Es verdad. Tocó también con Coleman Hawkins. Ahora recuerdo algo de Zoot Sims con Joe Pass y más acá un disco muy lindo de David Sanborn: “Another hand”, con Bill Frisell y Marc Ribot…
Sí, es que el alto queda muy bien con la guitarra. Se compensan, se complementan bien. Cuando yo empecé a escuchar jazz tendría unos 17 años y no me gustaba la guitarra. Por entonces conocí a Leandro Hipaucha, un contrabajista de Cafayate que ahora está viviendo y tocando en Barcelona. Leandro me empezó a pasar discos de jazz y allí empecé a prestarle otra atención a la guitarra. Cuando viví en Londres, años después, conocí algunos violeros tremendos, que me hicieron cambiar de opinión. Fue algo paulatino. Y ahora te diría que al menos el 70% de lo que toco es acompañado con guitarra.
Me intriga tu gusto por Lou Donaldson, un músico infravalorado en la historia del jazz…
Una vez me tomé un avión y fue a verlo. Si, me gusta mucho. Yo lo escucho desde hace tiempo. Me gustan sus temas más viejos. Tiene esa cosa blusera que me encanta. Claro que no es un vanguardista como Charlie Parker u Ornette, pero es simple de escuchar y muy útil para aprender. A los que no lo valoran yo les diría que escuchen el disco doble del quinteto de Art Blakey en vivo en el Birdland, con Clifford Brown y Horace Silver. Lo que toca allí Donaldson es tremendo. Y además toca lo que quieras y cómo lo quieras. Se sabe el Américan Songbook de memoria y de punta a punta. Y eso es más que importante si querés ser músico.
¿Por qué es importante?
Te lo dicen los grandes. Yo una vez fui a una clínica con Joe Lovano en Nueva York. Tenía 23 años y me quedó marcado lo que él dijo aquella vez. Dijo que es muy importante conocer las canciones, porque conocer las canciones te permite compartir y tocar con más gente. Y eso es verdad. Entonces me di cuenta que Donaldson tenía también esa forma de pensar. El toca todo. Igual que Sonny Rollins. Me acuerdo que una vez charlando de esto con Melissa Aldana, me dijo que cuando ella estudia un artista, está un tiempo sólo con ese artista. Escuchando todo de ese artista, sin cambiar por otro. Yo hice algo así con Lou Donaldson.
¿No hay allí un riesgo de convertirte en un imitador de lo que te gusta? ¿Cómo despegas para asumir tu propio estilo?
Uno sigue un camino y siempre en ese camino está uno. Porque uno toca lo que es. Cada uno se da su propia libertad, más allá de lo que aprendiste, más allá de las influencias o la gente que admirás. Yo toco y está claro que no soy ni Parker, ni Donaldson ni Jackie McLean, ni ninguno de los altos que me gustan. Pero soy yo. Buscando y probando y haciendo mi propia música.
¿Por qué elegiste el saxo alto?
Cuando uno comienza a estudiar lo hace con el alto. Ahora y después de tantos años, más que una elección es una relación (risas). Es un instrumento muy demandante. No lo podés descuidar. Por eso los grandes músicos que tocan saxo alto son personalidades fuertes y coincidentes. Me dirás ¿qué tiene que ver Donaldson con Ornette Coleman? en principio dirías que nada, pero si investigás vas a ver que tienen puntos en común. Tienen un concepto blusero, más evidente en Donaldson, pero que Ornette también tiene y es la base de lo que hace.
¿Y qué saxos altos te gustan, más allá delos que ya nombraste?
Gary Bartz me encanta, tiene un aprouch impresionante. Henry Threadgill me gusta mucho. Todo lo que hace Ornette me encanta. Art Pepper es melodía pura, me gusta una barbaridad. Y de los más jóvenes me parece que Kenny Garret es el más creativo.
Yamile Burich & Jazz Ladies 13 de marzo Thelonious Salguero 1984 CABA 28 de abril Sheldon Bar. Honduras 4969 CABA 2 de mayo BeBop Club Moreno 364 CABA Yamile Burich (saxos) Patricia Grinfeld (guitarra) Diana Maria Arias (contrabajo) Analia Ferronato (batería) Carolina Cohen (congas)