Dicen los que saben, que el verdadero artista es el que crea su propio público. Algo de eso debe compartir Esteban Sehinkman, para quien cada nuevo disco es un paso adelante en su proceso creativo. Ahora, con «Universo invertido, el tecladista edita su primer trabajo con letras y canciones, compartiendo autoría con la cantante Mariana Bianchini. Allí, junto a Mariano Sívori, Daniel «Pipi» Piazzolla y Lucio Balduini: Sehinkman y Bianchini completan un trabajo notable de fuerte protagonismo rockero.
Fotografías en show: DoloresG http://doloresgfotografia.tumblr.com/
Corría la primavera del 2014 cuando en La Usina del Arte, el viejo edificio de la Compañía Ítalo Argentina de Electricidad recuperado tres años antes; un grupo de músicos le ponía calor a la noche adueñándose del escenario con nuevos sonidos y propuestas. Nicolás Sorín, Marco Sanguinetti, Cirilo Fernández y Esteban Sehinkman, cada uno de ellos al frente de sus propios grupos, presentaban en sociedad el “No-Jazz Collective”, iniciando una movida difícil de rotular, deudora del jazz y del rock en partes iguales y que a partir de allí ganaría cada vez más espacios y adeptos.
Al frente de su grupo Pájaro de Fuego, en el que por entonces se alistaban Sorín y Daniel “Pipi” Piazzolla, Sehinkman daba cuenta de una movida global. “Estoy convencido que en esta escena independiente se encuentra la mejor música que se está haciendo en el país y que por supuesto está emparentada con el jazz y aledaños”, decía.
La búsqueda de Sehinkman se había iniciado mucho antes, pero tiene su primer registro cuando edita en BAU Récords, la grabación que había hecho en Chicago en octubre de 2002. “La espuma de los días” fue el primer paso de un camino que años después vio su continuidad en “Búfalo”, su logrado segundo disco, producido por Fer Isella en 2007, con temas propios y al frente de un septeto. Apenas dos años después el grupo se reduce a trío para editar “El sapo argentino de boca ancha”, tercera placa en la discografía del tecladista y un paso importante en su desarrollo musical.
La historia que sigue después es más conocida y tiene también un público más numeroso y receptivo. En 2012 graba “Pájaro de fuego” con Piazzolla y Matías Méndez, incluyendo a Sorín como invitado. Y entonces lo que en un principio dio nombre al disco termina transformándose en la definición de la banda y su estética. A partir de allí Pájaro de Fuego, ya como cuarteto edita “La rueda de la fortuna”, un trabajo sobresaliente, con el que en 2014 gana el Premio Gardel. Ahora, casi tres años después, Sehinkman vuelve a reinventarse y edita “Universo invertido”, una nueva vuelta de tuerca en su exploración musical.
Ya no están allí no Méndez ni Sorín, pero Piazzolla permanece detrás de los tambores, mientras Mariano Sívori, histórico contrabajista de Escalandrum, se revela como un notable instrumentista en el bajo eléctrico y Lucio Balduini, compañero de andanzas en tantos otros proyectos, aporta talento y creatividad desde la guitarra.
Pero la principal novedad que Sehinkman ofrece en ese trabajo viene de la mano de Mariana Bianchini, una visceral cantante venida del rock, que ya había participado en el primer disco de “Pájaro de Fuego” y que aquí comparte autoría con el tecladista, para su primer disco con canciones y letras.
Para «Universo invertido» Sehinkman compuso la música, pero Bianchini aportó las historias, con textos que hablan de desarraigos, de amores perdidos y realidades virtuales que se nos imponen en nuestro universo cotidiano. “Estoy muy contento con el disco. Siento que pudimos hacer un buen trabajo de equipo. A nivel sonoro, me parece que quedó interesante la propuesta del grupo. Creo que encontramos algo nuevo, que no habíamos hecho ninguna de las partes” decía Sehinkman desde el escenario del Boris, donde el trabajo se presentó en sociedad.
Lo cierto es que “Universo invertido” es un disco poderoso. Lleno de vitalidad. Con letras de esas que llegan y una música que acompaña como un socio ineludible, pero que también se hace protagonista, con la fuerza de su propio peso creativo. El potente bajo de Sívori, Piazzolla convertido sin sutilezas en un verdadero drummer roquero (basta como ejemplo su aporte en “Ladrón de rimas”), el lirismo como marca registrada de Balduini y Sehinkman trazando climas desde los teclados; hacen un todo perfecto. Un verdadero alud de energía y creatividad.
Al frente Mariana Bianchini no se queda rezagada. Plena de matices en los tiempos más lentos como en “Pez volador” o en el casi susurro de “Máquina infernal”, Bianchini se vuelve dolorosamente seductora en “Un solo de vals” una verdadera canción de amor en la que declama que “el mundo no necesita más canciones de amor” o rockea como la mejor en “Luna llena en Tauro” y “Ladrón de Rimas”, dos temas que hubieran dejado con la boca abierta al mismísimo Robert Plant.
El último corte,“La extranjera” tiene el pasaje instrumental más extenso del disco. Algo así como un fugaz regreso al país del jazz. Una dosis de brújula para desorientados, que muestra de donde vienen estos cuatro enormes músicos. Lo que nunca se sabe es hacia donde van. Y esa es una de sus principales virtudes.
Universo Invertido
Pájaro de Fuego con Mariana Bianchini
Editó Club del Disco
Grabado y mezclado por Facundo Rodriguez
en Estudios Ion entre diciembre de 2016 y marzo 2017