Barbie Martínez grabó en el porteño escenario de Thelonious un disco en vivo, con sus personales versiones de standars y una banda de lujo. Junto a Carlos Lastra, Sebastián Groshaus, Francisco Lo Vuolo y Damián Falcón, la cantante desborda pasión y entrega a lo largo de nueve temas en los que destaca su singular abordaje a un repertorio tantas veces transitado.
Cómo surgió la idea de grabar en vivo, algo no muy frecuente en la discografía local?
Si, es verdad, no hay muchos discos en vivo y creo que este es el único de una cantante con un repertorio de standars de jazz. Todo comenzó con una sugerencia de Florencio Justo un técnico que yo respeto mucho y con el que trabajo desde hace 10 años. Un día conversando me dice, “a vos que te gusta tanto cantar en vivo, porque no hacés un disco en directo?”.Y a mi la idea me gustó porque justamente la esencia del jazz tiene mucho que ver con lo que se hace en el momento. Además yo siento que estoy a una altura de mi búsqueda, donde me interesa mucho la improvisación. Te diría que el 80 % de lo que canté esas noches en Thelonious fue lo que tenía ganas de cantar y de la manera en que tenía ganas de hacerlo.
Imagino que un disco grabado sobre el escenario tiene un riesgo alto, en comparación con la versión de estudio. Que cuidados tuviste antes de encarar un proyecto así?
Si, es verdad hay riesgo. Pero esto es jazz y el riesgo es el eje de esta música. Por eso las previsiones que se tomaron tuvieron más que ver con lo técnico que con lo artístico. Por ejemplo, no es técnicamente sencillo grabar en un escenario chico como el de Thelonious. Estamos todos muy juntos. Entonces hay cuestiones de sonido que hay que tener muy en cuenta al momento de grabar un show, donde vos tenés la batería muy cerca, todos los micrófonos muy cerca. Básicamente eso.
Saber que estás grabando, que no existe la posibilidad de parar en medio de un tema y retomarlo, que queda lo que sale, no te condiciona a la hora de cantar?
No, no me condiciona. Las cuestiones más neuróticas, que las sufrí como todos, las fui dejando de lado con los años. Ahora cuando canto me conecto sólo con los músicos con los que estoy tocando. El resto no tiene nada que ver. No importa si me están filmando, si sacan fotos o graban o si hay personas en el público que conozco o me generan admiración. Todo eso está para mi fuera del escenario. No te digo que soy totalmente indiferente, pero en el momento de cantar me concentro solo en el escenario. Es algo que uno va trabajando con el tiempo. Es una cuestión de entrega y es imprescindible para que la música fluya. Si en el momento de cantar involucro cosas que no tienen directamente que ver con la música, termino restando en vez de sumar. Además está el placer de lo grabado, no?. Cuando hacés un show uno percibe la totalidad de lo que hace, como una visión general. Pero luego en la grabación tenés el detalle. Un reflejo exacto de lo que sucedió. Y eso es lo que me gustó y me decidió hacerlo.
Venías tocando de antes con los músicos con los que grabaste este segundo disco tuyo?
Si. Yo venia trabajando desde hace tiempo con Sebastián (Groshaus), Carlos (Lastra) y Damián (Falcón), incluso grabé mi primer disco con ellos en el 2008. Y con Francisco (Lo Vuolo) estoy tocando desde hace algo así como un año y medio. Y son los mismos músicos también con los que estamos haciendo los shows posteriores a la salida del disco.
Algo que sorprende en un disco liderado por una cantante, es el protagonismo de los demás músicos, con solos y momentos de mucho lucimiento.
Es que este es un disco en vivo y nosotros en vivo tocamos así. Este grupo toca así. Siempre me interesó eso. Siempre toqué con músicos excelentes y siempre procuré que haya lugar para que cada uno toque lo que tiene ganas de tocar. Con criterio, por supuesto, pero yo confió plenamente en el criterio de cada uno de mis músicos. A mí me inspira lo que ellos tocan. Además hay en el disco temas más modernos, más abiertos y esos temas requieren solos más extensos. Es parte del lenguaje y a mí me gusta que sea así, yo lo disfruto mucho. Como te digo, forma parte del vivo. De antemano no sabemos cuántos solos va a ver. De hecho, hay temas que una noche los tocamos cortos y otra noche los hacemos largos. Todo responde a la libertad de la música. A la espontaneidad y el riesgo que tiene el jazz.
Grabar standars conlleva también el riesgo de la comparación, en mayor medida si fueron versionados por gente que está en la historia grande del jazz. Cómo afrontas eso?
Si ese riesgo existe. Pero mira, tengo 33 años y desde los 17 no escucho casi nada que no sea jazz. Conozco un montón de temas y versiones, estudié los distintos lenguajes y durante mi aprendizaje me apropie analíticamente de algunos de ellos. Pero con el correr de los años creo que ya adquirí mi propio estilo para encarar cualquier stándar que canto. Por eso siento que tengo la influencia de mil cantantes, pero de ninguna en particular. Yo ahora encaro los temas preguntándome que es lo que va a suceder, que puerta vamos a abrir. Dispuesta a asumir otros riesgos que antes no asumía. Esto que vos decís pasó siempre. Una vez leí que Sara Vaughan abandonaba rápido los shows porque decía que la gente le hacía comentarios innecesarios y comparaciones. Es inevitable.Es que hay gente que escucha de manera superficial y se cree que hacer standars es una pavada. Pero es superdifícil, justamente por eso, porque hay cientos de versiones interesantes. Entonces lo que planteas al cantarlos tiene que ser original, tiene que ser tu propia lectura y no la que hicieron otros cantantes antes.
Y cómo buscas vos esa originalidad?
Yo todo el tiempo improviso. Te doy un ejemplo. “I should care”, el tercer tema del disco, que hacemos a dúo con Francisco Lo Vuolo en el piano. Nunca lo había cantado así como salió en el disco. Y él nunca lo había tocado así tampoco. Allí hay un 95% de improvisación. Estoy tocando con un músico increíble y eso que está haciendo es totalmente inspirador. Me genera sorpresa y a la vez me motiva. Ese es el camino, allí está lo original de cada uno y la búsqueda de la que hablábamos.
Es verdad que ya tenés grabado tu tercer disco y que lo hiciste casi en simultáneo con el vivo en Thelonious?
Si. De hecho yo iba a grabar el que va a ser mi tercer disco primero que este. Tenía un proyecto encaminado con el grupo de Carlos Lastra y con Enrique Norris. Por una razón u otra ese proyecto se fue atrasando. Entonces surgió esta posibilidad a partir de la sugerencia de Florencio, como te contaba. Lo pensé, vi que posibilidades había. Luego conseguimos dos fechas en Thelonious y el disco finalmente se concretó, relegando un poco al otro. Pero de todas maneras lo vamos a sacar, es un proyecto muy lindo, también con standars, pero más abierto, más moderno, enriquecido por la mirada de Carlos y Enrique. También tengo un proyecto de un cuarto disco, pero todavía lo estamos pensando.
Que capacidad de producción!!
Bueno, soy cantante y me fascina grabar discos. Me apasiona todo el proceso, desde el surgimiento de la idea hasta todo el trabajo posterior. El freno, como te imaginarás, es lo económico. Aquí la autogestión es muy difícil. Pero si fuera por mí, viviría grabando discos.