Escalandrum lanzó en las plataformas de streaming Bolombolo, primer single del próximo Escalectric, el álbúm eléctrico que editará en diciembre a través de Warner Music, como parte de los festejos por los 25 años de la agrupación.
Fotografías Laura Pribluda (laurapribluda.com.ar)
Ni bien los relojes marquen el inicio de un nuevo calendario, seis amigos recrearán aquella otra noche lejana. La del 31 de diciembre de 1998, cuando entre brindis y abrazos, concretaron el anhelo de un destino musical compartido.
Fueron casi 25 años, durante los que el sueño se transformó en realidad y el proyecto común en parte central de su pasión musical. Casi 25 años en los que Escalandrum, que de ellos se trata, pasó de ser un grupo de jóvenes seguidores del latin jazz a una formación con una personalidad consolidada, que sumaba a la libertad del jazz y el espíritu del tango, un temperamento cercano a la cultura del rock.
Casi 25 años en los que giraron por todo el mundo, grabaron 15 discos, abordaron con personalidad el universo Piazzolla, ganaron el único Gardel de Oro que detenta el jazz, y compartieron escenario con figuras de talla internacional.
Y ahora, con esa historia en sus mochilas, una nueva vuelta de tuerca define el desafío: Escalectric, el disco groovero y eléctrico, con el que la banda da un nuevo giro a su carrera y que en diciembre será editado por Warner Music, como puntapié inicial a la serie de festejos que se desarrollarán a lo largo de todo el año.
Ese lanzamiento es ahora precedido por Bolombolo, el primer single adelanto de la agrupación, con Nicolás Guerschberg en teclados, Mariano Sívori en bajo eléctrico, Pipi Piazzolla en batería, Martin Pantyrer en clarinete bajo y saxo barítono, Damian Fogiel en saxo tenor y Gustavo Musso en su inabarcable EWI.
Bolombolo está inspirado en un viaje Medellín-Ciudad Jardín a través de la selva colombiana con un chofer, que al decir del sufrido sexteto, tenía ínfulas de corredor de rally. “Nos parecía la combi se desintegraría de un momento a otro y nosotros también. Teníamos mareos, náuseas y un calor insoportable. Todos apretados, golpeados y aturdidos. Cada tanto mirábamos para atrás. Intuíamos que el contrabajo o alguna valija terminaría volando en algún precipicio, despedidos ante un nuevo corcoveo de la pobre camioneta”, recuerdan.
Cuando finalmente el chofer hizo una paráda técnica, desde el medio de la selva emergió Bolombolo, un pequeñísimo poblado con un bar de madera y techo a dos aguas. ”Fue nuestra salvación. Desde ese día, cualquier situación remotamente parecida que nos tocó vivir en giras y viajes, la expresión y el recuerdo de Bolombolo surge invariablemente”.
Hoy ese recuerdo se transformó en punta de lanza del futuro Escalectric. El disco distinto. El de una nueva sonoridad. El trabajo con el que Escalandrum celebrará los 25 años de una trayectoria singular. Y una vez más Bolombolo regresó protagonista.
*Las fotos de Laura Pribluda corresponden al ensayo final de Escalectric en Domus Artis