Este jueves en Thelonious Club el «Chino» Piazza, parte esencial del rockero Octafonic, llegará con un sexteto de primera línea para llenar la noche de jazz. Con un plantel integrado por músicos de primera línea, el baterista promete un recorrido personal por los caminos del hard bop. Grandes temas y grandes músicos unidos por el talento de un artista inquieto. Con ustedes…el «Chino» Piazza…
Fotografía de apertura: Luciana D’AttomaEzequiel Piazza es para todos el «Chino». Un tipo afable, cordial y apasionado. Pero es también uno de los bateristas más requeridos de la escena local. Miembro permanente del grupo Octafonic que lidera Nico Sorín, el «Chino» afronta por estos días un nuevo desafío. Al frente de su propio grupo, un sexteto de primerísima línea, con Sergio Wagner, Ricardo Cavalli, Carlos Michelini, Pablo Motta y Alvaro Torres, el «Chino» regresa al escenario de Thelonious. «Mi corazón está en el jazz», dice. Y quien podría desmentirlo.
Tenes una agenda muy cargada con Octafonic, pero de todas maneras siempre buscás de seguir tocando jazz, ya sea en la Boris como con otros grupos, incluso los propios.
Estoy tocando mucho con Octafonic. Tenemos muchísimos shows y ahora estamos preparando el próximo disco, pero no quiero dejar de tocar jazz. Por eso armé dos grupos, un trío para lugares pequeños y un grupo más grande para escenarios más grandes. Con Octafonic casi no tenemos fines de semana libres y eso está buenísimo. Pero yo siempre intento no perderme de tocar jazz. No quiero alejarme de la música que siento como mía. Mi corazón está en el jazz. Y no quiero perder eso
El grupo chico al que te referís es el trío con Alvaro Torres y Andrés Pellican…. ¿Y el grande cuál es?
El grande es el sexteto, que incluye a Juan Cruz de Urquiza en trompeta, Ricardo Cavalli y Gustavo Musso en saxos, Alvaro Torres en piano, Pablo Motta en contrabajo y yo en batería.
Debe sonar bárbaro pero tampoco debe ser sencillo juntarlos…
Es un grupo grande y difícil de juntar, por eso no va a haber muchos shows de este sexteto en el año. Pero quiero que sean fechas importantes. En lugares con convocatoria. Vamos a estar en Thelonious el 14 de abril. En esa fecha Sergio Wagner reemplazará a Juan Cruz y Carlos Michelini va a estar en lugar de Musso.
¿El trío va a tener más continuidad?
El trío si va a tener más continuidad. Es más fácil de mover. Yo soy muy amigo de Andrés Pellican, nos criamos tocando juntos. También soy muy amigo de Álvaro Torres. Con respecto al sexteto, son músicos que yo iba a ver cuando estudiaba, cuando recién comenzaba y soñaba tocar con ellos algún día…
Y ahora todos ellos están en tu grupo…
Ahora están en mi grupo y para mi es un orgullo enorme. Pero también una dificultad extra para armar todo, combinar las distintas agendas. Son gente muy demandada, con muchísimo trabajo. Por eso te decía de elegir muy bien unas pocas fechas para este sexteto en el año y en lugares importantes.
¿Y la música es distinta para un grupo que para el otro?
Si es distinta. En los dos casos es música que me gusta tocar a mí. Pero es distinta. E,n el trío va a ser más fusión. Más funk. Más «palero». Hay temas de Alvaro Torres, de Andrés Pellican que me gustan, algunos temas de los 80, algo de Weather Report, algo más rockero pero sin abandonar el jazz. En el trío hay más para tocar para mí. En cambio en el sexteto mi función va a ser más la de acompañar. Es un grupo más grande, los solistas son muy grosos. Y el repertorio es más jazzero clásico. Más hard bop. John Coltrane, Miles Davis, Thelonious Monk…y algún que otro tema original, como alguno de Cirilo Fernández, que me gusta mucho.
Tu cuota de jazz podría estar completa cada domingo con la Boris Big Band, sin embargo buscás nuevos grupos. ¿Qué te da un combo a diferencia de una orquesta como la Boris?
Es muy diferente el trabajo que hace un baterista en una big band a lo que hace en un combo, un grupo más chico. Los dos estilos me encantan y disfruto muchísimo cada domingo tocar en la Boris, un lugar genial con un trato excelente. La diferencia es que cuando tocás con un combo hay más interacción con los solistas y la música es diferente, tiene otro nivel conceptual desde lo baterístico.
¿Y no te gustaría grabar con alguno de estos grupos, el trío o el sexteto?
Si me encantaría grabar. Con el trío y con el sexteto también. Para mí el grupo más grande es como un dream team. Pero me gustaría grabar cuando yo pueda componer más. Yo todavía no me siento un compositor. Hice algunas cosas, pero todavía no me siento con la capacidad de componer. Todavía no tengo el tiempo para eso, para buscar ideas y trabajarlas. Y posiblemente también me falte algún conocimiento en ese sentido. Pero sé que va a llegar. Tengo ideas pero todavía no están en papel.
Hablando de papel, también preparaste un libro.
Si, estoy muy enfocado en eso. Es un libro de batería, que salió de una clínica que hice. Tuve que sentarme a escribirla y eso dio origen al libro. Eso fue la semilla. Ahora ya está en producción, se va a llamar «Ciclo rítmico» y sale en marzo. Tengo muchas ganas de presentarlo en el interior. Allí hay muchos colegas que necesitan información y creo que va a ser muy útil en ese sentido. La idea es llevar el libro, presentarlo y tocar, ya sea solo o con el trío. Esa es la idea.
¿Qué características tiene el libro?
No es un libro para principiantes. Tampoco es una recopilación de temas que ya estén en otros libros. Esto es una idea mía y por eso estoy orgulloso. Está basado en algo que se me ocurrió a mí. Una forma de desarrollar los valores irregulares en algo regular. Frases irregulares en regulares. En un contexto par. Aplicados al funk, al jazz. Ya salimos con un video promocional y en marzo va estar a la venta.
Llama la atención tu adaptación a distintos géneros o estilos. Podés tocar en un trío de jazz, en un grupo de rock, una big band o acompañar a una cantante. Y si bien tendrás tus preferencias, se te ve cómodo en diferentes contextos.
Esa fue mi idea desde un principio. Siempre pensé que quería ser un músico profesional. Vivir de esto. Y para vivir de esto supe que tenía que saber tocar todo. Que necesitaba ser amplio y abierto. Me encanta poder mimetizarme con el estilo que estoy tocando. Y además soy estudioso. Si tengo que tocar rock estudio a los bateristas de rock. Qué hacen y cómo lo hacen. Estudio a los Red Hot Chili Peppers, ACDC o a quienes sea. Voy a estudiar los estilos, el feeling, el golpe y me compro los palillos o los elementos necesarios para sonar así. Y lo mismo para otros estilos. Ese fue siempre mi pensamiento. Hacer lo que me pide la música. Y eso es algo que siempre les digo a mis alumnos. No tocar rock como un músico de jazz o jazz como un músico de rock. Hay que tocar rock como un músico de rock y hay que tocar jazz como un músico de jazz. Y es vale para cualquier género…
Sin dejar de lado la propia personalidad….
Obviamente. Pero si uno es un músico profesional y de pronto te llama una cantante, vos no poder tocar allí como lo harías en otro contexto, en un trío o en un quinteto de jazz fusión. Hay que respetar la canción, la dinámica, la propuesta. Y tocar lo que hay que tocar. En definitiva, hay que respetar la música. De eso se trata.
