La reciente edición de “Mono. Buscando a Enrique Villegas”, el último trabajo de Claudio Parisi editado por Vademécum, entrega una abarcadora mirada sobre el pianista, baluarte de la cultura argentina del siglo XX.
Hay músicos que se convierten en clásicos. No necesitan encabezar listas de éxitos ni llenar estadios para habitar en la memoria colectiva de manera imborrable. Unos pocos de ellos ni siquiera necesitan del nombre con el que fueron bautizados. Alcanza con algún apelativo puesto por un colega imaginativo para pasar a la posteridad: Satchmo. Prez. Gato. Bird. Cannonball…Mono.
Enrique Villegas reunía ambas características. Menos conocido por su talento que como personaje singular de una Buenos Aires que ya no existe; el Mono fue un caso irrepetible. Un duende distraído de imaginación desbordante, que a los siete años tocaba Mozart y que un buen día se vio seducido absoluta y definitivamente por el jazz.
“Por ahí me dicen Mono porque imito bastante bien a los seres humanos”, ironizaba este pianista del fin del mundo, que en plena Nueva York se ganó el público respaldo del mismísimo Duke Ellington. El hombre huraño, también, que sin embargo supo cultivar la amistad de Jorge Luis Borges, Macedonio Fernández y Xul Solar y al que Ástor Piazzolla, otro inclasificable, le dedicó su tema Villeguita.
Todo eso y mucho más refleja el reciente “Mono. Buscando a Enrique Villegas”, el trabajo a modo de biografía coral de Claudio Parisi, editado por Vademécum.
A través de un buen número de entrevistas a músicos actuales (Nicolás Guerschberg, Adrian Iaies, Litto Nebbia, etc), algunos testimonios de sus contemporáneos (Lalo Schifrin, Julio Frade, Fernando Gelbard entre otros) y un profuso material de archivo; Parisi va construyendo aquí el largo derrotero de Villegas, desde sus comienzos en el país, su posterior paso por los Estados Unidos, hasta sus últimos días en la Buenos Aires de los años 80.
Dentro del trabajo de investigación de Parisi destaca también el hallazgo y reproducción de algunas cartas personales de Villegas, enviadas desde Europa o Estados Unidos a sus amigos en la Argentina, junto a la reproducción de críticas y recortes de medios neoyorquinos que reflejaban su paso por Estados Unidos.
Completan la edición algunas fotografías poco conocidas y el rescate de notas periodísticas y diferentes entrevistas que el Mono dio principalmente en los últimos años de su vida. “Yo no soy valiente. Simplemente digo lo que otros callan”, dijo en una de ellas. Hoy su música sigue hablando por él.
Mono. Buscando a Enrique Villegas.
Claudio Parisi.
Vademécum Editorial. 1ra edición Junio 2024. 198 pg.
Foto de tapa Tito Villalba / Diseño de portada Juan Simón Saavedra. Precio promocional ($20.000) durante junio.