Iaies y Fumero desde el arrabal del jazz

Muchos años después de su último encuentro , Adrían Iaies y Horacio Fumero volvieron a coincidir en un estudio. Esta vez el pianista convocó a su viejo amigo para  grabar «Conversaciones desde el arrabal amargo». En este disco doble, uno grabado en estudio y el otro en vivo en dos noches en el Café Vinilo, el pianista y el contrabajista radicado en Barcelona llevan su diálogo a la categoría de arte. Allí donde no hacen falta las palabras.    

Arrabal amargo1 alta

 

Hace diez años, en enero de 2002,  Adrían Iaies entraba a un estudio de Buenos Aires para grabar el segundo corte de su disco “Las cosas tienen movimiento”. El tema elegido fue el tango “Arrabal amargo” de Gardel y Le Pera. Ese día, junto a Fernando Martínez en batería, se alistaba también un viejo amigo, el “repatriado” Horacio Fumero, por años contrabajista del pianista catalán Tete Montoliu, fallecido en 1997.

Otro enero, pero una década después, Iaies y Fumero volvían juntos a un estudio de grabación para hacer una nueva versión de aquel tango de 1935, en el que Le Pera hablaba de amores perdidos y viejas madreselvas en flor.

Solo que esta vez, el arrabal amargo es motivo y escenario para que esta conversación a dos voces se transforme en un disco notable y pleno, en el que los viejos amigos vuelven a dar cátedra de buen gusto y sensibilidad.

iaies discoDos son los discos de “Conversaciones desde el arrabal amargo”. El primero,   grabado en los estudios Sound Rec,  incluye además del tema que le da nombre, otros tangos históricos como “Chiquilín de Bachín” de Piazzolla/Ferrer y “Uno”, el himno de Mores y Discépolo.  En «Conversaciones…»  Iaies rinde además un nuevo homenaje al «flaco» Spinetta, y lo hace a través de dos temás emblemáticos de Almendra, el hermoso “Laura va” y el emblemático “Fermin”.

En este primer disco, donde también sobresale una singular versión de “My one and only love” y la habitual visita de Iaies por el planeta Monk, esta vez con  “Monk’s mood”; se destacan además Mariano Loiácono en trompeta y Roxana Amed, con “La colina de la vida” de León Giego.

El segundo disco no le va en zaga en cuanto a la calidad de los temas elegidos, pero tiene un plus indiscutido: la grabación en vivo, realizada en dos noches de finales de enero en el porteño Café Vinilo. Allí entonces, por esa extraña magia del arte, el disco cobra otra dimensión. Iaies se despacha con otra seguidilla de su tangos preferidos, “Boedo”, de De caro, el melancólico “Fuimos” de Dames y Manzi en lectura jazzera y nuevamente “Uno”, con la voz de Roxana Amed, para contrastarla con la versión en estudio del primer disco.iaies51

Aquí se suma León Gieco, quien en su adolescencia formó junto a Fumero “Los Moscos”, una fugaz banda roquera de la provincia de Santa Fe. León pone su firma en “Zamba para no morir”de Hamlet Lima Quintana, haciendo aún más especial la noche de Vinilo.

Y si como dicen,  la música es por esencia un arte que dialoga, Iaies y Fumero saben muy bien de qué hablan. Este “Conversaciones desde el arrabal amargo” es un claro testimonio.

 

 

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