El oxímoron entrega la definición perfecta. La convivencia que parece imposible. Un silencio ensordecedor, contrario a la lógica, pero potente en su real significado. Extremos distantes que suelen mostrarse fatalmente cercanos. Este Silencio ensordecedor, quinto disco como líder de Juan Bayón, testimonia esos vértices opuestos de la vida entre el nacimiento de su hijo y la muerte de su padre. Extremos de un oxímoron que conjuga alegría y tristeza y que aquí se expresa con la inapelable verdad del arte.
Entre septiembre de 2019 y enero de 2021, Juan Bayón transitó dos hechos fundamentales en la vida de una persona. El nacimiento de su primer hijo y la muerte de su padre. De aquella alegría única a una tristeza que sabe a dolor y nostalgia. De allí surge este Silencio ensordecedor. Una música, una plegaria, que habla a un tiempo del comienzo y del final.
Todo en un trabajo singular que, como bien dice Bayón, “está cruzado por las sensaciones contradictorias pero complementarias de ambas experiencias: vida y muerte, amor, desesperación, esperanza, y ese silencio ensordecedor, aplastante, que aparece cuando no hay palabras ni actos que parezcan alcanzar para contener la situación que atravesamos. Ha sido mi objetivo con esta música sublimar la ausencia y cambiar ese silencio por música que transforme el vacío en algo mejor”.
Silencio Ensordecedor es el quinto disco como líder del contrabajista y segundo para el sello norteamericano ears&eyes Records; luego de Vidas simples, un registro que mereció la unanimidad de la crítica como uno de los mejores del 2018.
Aquí Bayón reúne a su grupo regular, con el que ha venido actuando en los últimos años y en el que conjuga con acierto la experiencia y veteranía de Juan Cruz Urquiza con Lucas Goicoechea y Fran Cossavella, dos de los talentos más pujantes de la última generación. Pero este Silencio aporta además la personal voz de Leo Genovese, el pianista santafecino radicado hace años en los Estados Unidos, donde comparte escenarios y grabaciones con figuras de altura internacional.
Esa conjunción de experiencia y talento es la que le hace decir a Bayón que, más allá del poco tiempo transcurrido (sólo dos días entre ensayo y grabación) el registro alcanzó un sonido de banda nada sencillo de lograr aún en formaciones con mayor recorrido.
“Hay una integración totalmente natural y democrática del grupo como quinteto, dice Bayon, y eso es testamento de la musicalidad y entrega de todos los involucrados, pero también de la existencia de principios musicales, estéticos y éticos en común que nos hacen sonar como unidad independientemente de la cantidad de horas trabajando juntos”.
Bayón por Bayón: Silencio ensordecedor en la mirada de su autor
Alicates y Alambrados es un tema intrincado que arranca y para constantemente. Abre el disco con mi tipo favorito de jazz: el que navega la fina línea entre tocar rítmica y armónicamente “adentro” (el alambrado) y “afuera” (el alicate que lo corta y la libertad consiguiente) sin esfuerzo. Contiene notables solos de piano y trompeta. La conexión entre Leo Genovese y Fran Cossavella es total, y se nota desde el primer segundo.
Poetas Menores está dedicado al escritor chileno Roberto Bolaño, quien transformó como pocos a los poetas menores en héroes entrañables. Tiene un solo de saxo alto de una musicalidad notable y un contrapunto saxo-trompeta improvisado cuasi telepático sobre el final del track, que evidencia el entendimiento y compromiso mutuo del front line.
Regarde Dans La Nuit (“mira en la noche”) es un breve solo improvisado de contrabajo que referencia a un libro para niños que fue el favorito de mi hijo durante mucho tiempo. Que sea un libro ideado para ayudar a atravesar la oscuridad de la noche conecta con el concepto del disco como un guante.
Tres Frenos Dorados, dividido en dos partes, es una composición larga y reflexiva que representa la soledad del silencio ensordecedor. “Primavera” es, por oposición, el abandono de ese vacío y la esperanza de pasar al siguiente capítulo. El solo de piano de este tema es probablemente el climax del disco. Leo Genovese negocia los constantes cambios de métrica como si no estuviesen ahí.
Chambre Noir (“habitación negra”) es el otro solo improvisado de contrabajo del disco y está dedicado a mi padre, además de conectar con los siguientes dos temas: “23 de Agosto” es la fecha de nacimiento de mi padre, y fue escrito como un regalo o carta de agradecimiento que pude darle en su último cumpleaños. Dado el devenir de los acontecimientos se transformó involuntariamente en un tema triste.
Gigante Indestructible. Una celebración de la vida de mi padre y las semillas que plantó. Irónicamente el título del tema lo tenía guardado hacía años para una composición homenaje a Sonny Rollins, pero eventualmente me di cuenta que mi héroe era otro. La introducción de Genovese manipulando los motivos del tema es espectacular y los solos de trompeta y batería posteriores llevan la energía de la suite a otro nivel.
Fumbo es la despedida del quinteto en el disco, y es la melodía más honesta que escribí. Tanto es así que sentí que el contenido de la composición habla por sí mismo y no necesitaba un título específico, así que simplemente inventé una palabra. El disco cierra con una reexposición en contrabajo solo de 23 de agosto, a modo de agradecimiento privado a mi padre pero también al oyente por acompañarme en este viaje.
Silencio ensordecedor
Juan Bayón, contrabajo, dirección, composición / Juan Cruz de Urquiza, trompeta / Lucas Goicoechea, saxos alto y tenor / Leo Genovese, piano / Fran Cossavella, drums
- Alicates y Alambrados
- Poetas Menores
- Regarde Dans La Nuit
- Tres Fresnos Dorados (1)
- Tres Fresnos Dorados (2)
- Primavera
- Chambre Noir
- 23 de agosto
- Gigante Indestructible
- Fumbo
- 23 de agosto (Gracias)
Grabado, mezclado y masterizado por Florencio Justo en Estudio Doctor F., Buenos Aires, Argentina / ears&eyes Records: www.earsandeyesrecords.com / earsandeyesrecords.bandcamp.com,