En el 2013 Juan Cruz de Urquiza lanzó uno de los discos más exitosos de su carrera, “Indómita luz”, una relectura de Charly García que le valió el Premio Gardel al mejor disco de jazz. Dos años después, el trompetista regresa con el logrado “Convivencia”, con tres temas propios y otros tantos de Charles Mingus al frente del cuarteto junto a su hijo Sebastían en contrabajo, Tomás Fares en piano y el experimentado Carto Brandán en batería.
Fotografía de apertura Marta CasabeneDesde los tiempos en que hizo historia con el Quinteto Urbano, hasta su último trabajo, el reciente “Convivencia”; Juan Cruz de Urquiza no ha dejado de buscar nuevas formas y sonidos. Un espíritu inquieto que ya se dejaba ver en 2005, cuando produjo «De este lado«, su primera grabación como líder junto con Pipi Piazzolla, Mariano Otero y Miguel Tarzia, con los que dos años después edita el excelente «Vigilia».
La misma pasión que luego lo lleva a conformar un dúo con Ligia Piro para grabar «Strange fruit», un noneto para recrear en vivo la música de Charlie García o reformular el cuarteto junto a Hernán Jacinto, Carlos Alvarez y Carto Brandán para lanzar «Trías».
Son años de intensa actividad que además incluyen múltiples colaboraciones con músicos de distintas generaciones y estilos o su participación en trabajos emblemáticos, como los de Guillermo Klein y su grupo «Los Guachos».
Cerrando el año Juan Cruz renueva energías y transita escenarios con su última producción: «Convivencia», liderando unl cuarteto que alista al joven pianista Tomás Fares, a su hijo Sebastían en contrabajo y Carto Brandan detrás de los tambores.
El título del primer tema, “Convivencia”, que es además el del disco, responde a justamente a alguna convivencia en particular?
Si, tiene que ver con una idea musical. Es una idea que yo venía poniendo en juego y que ahora lo pude plasmar de una manera más lograda. En el tema “Convivencia” conviven tres rítmicas que al parecer son muy distantes, pero luego uno puede ir encontrando más puntos en común de lo que pensaba. Yo venía escuchando esa rítmica simultaneamente y a partir de la composición lo armé. Es un 4/4 swing, un 5/4 y un 7/8, métricas que se pautan desde la composición y luego en forma aleatoria van rotando entre los integrantes del grupo: la trompeta, el contrabajo y la batería. El piano está en plan ambiguo a esas tres métricas. Es un concepto que tenía hace rato y finalmente pude plasmar en este tema, “Convivencia” y por suerte pude registrar en este disco.
¿Todos los temas tuyos fueron compuestos para este disco?
Todo es material nuevo. Son temas que fui componiendo a lo largo del año pasado. Con distintas temáticas. “Erupción” y “Sabia luz” tienen una propuesta más armónica, con un contenido rítmico bastante tupido. Es cambiante, con algunos contrastes. En “Sabia luz” no, ya busco allí una idea más de canción.
¿Escribís pensando en el grupo que tenés armado?
Si yo escribo pensando en el grupo. Empezamos tocando algunos temas viejos pero ya con el grupo andando empecé a escribir para esta formación. Generalmente hago eso. A la hora de escribir pienso en el músico con el que cuento en el momento y eso me ayuda a definir una dirección, a conformar la idea. Obviamente luego los puede tocar cualquiera.
Este nuevo grupo tuyo tiene como un mix generacional muy interesante…
Sí, es verdad. No fue algo pensado de esa manera, pero así se dio. Carto Brandán está más en el medio, hablando generacionalmente. Obviamente yo soy el más veterano, y luego están los chicos, Tomás, que debe andar por los 24 y Sebastián que tiene 22.
Es interesante ir viendo el crecimiento de Sebastían, en este disco no sólo toca, vuelve a cantar y también compuso un tema…
Si. Tenía muchas ganas de que Sebastián cantara en el disco, principalmente a partir del proyecto de Charlie, en el que él termina cantando en vivo, un poco accidentalmente. Ahora yo quería darle ese lugar en el disco, que pudiera cantar algo más preparado, y bueno, surgió esta versión de Luis (Alberto Spinetta) y quedó bien.
¿En el tema que compuso, vos tuviste algo que ver, hiciste algún aporte allí?
No, no. Es un tema totalmente de él. El me lo mostraba cuando lo estaba componiendo y yo le hacía alguna sugerencia, pero es un tema 100% de él.
¿Cómo surge la idea, o la necesidad de incluir algo del universo Mingus en el disco?
También tiene que ver con Sebastián. Desde que él empezó a profundizar en el contrabajo mi relación con Mingus se hizo más intensa. Cuando ´Sebastián lo estudiaba, yo me sentaba con él para analizarlo, para escucharlo juntos. Yo siempre fui un fan del Mingus como compositor. Y se empezó a dar esto con Sebastián, de escuchar los temas, analizarlos y luego tocar a dúo. Lo hacemos casi a diario. Y bueno me dieron ganas que todo eso estuviera en el disco. Pero tampoco quería hacer un disco entero con Mingus. Entonces se me ocurrió poner un poco de ese trabajo en el disco que estábamos armando. De alguna manera quería recrear este aspecto cotidiano con Sebastián y que estuviera en un disco.
¿Y cómo sentís el grupo en vivo, es muy distinto a la grabación?
No. Es muy parecido a lo que se escucha en el disco. Es algo muy común en este género. Básicamente el funcionamiento de un grupo está apoyado en la interacción y eso está llevado a un extremo en el momento de un show. Cuando uno graba está buscando reflejar esa interacción. No hay diferencias entre el vivo y el estudio. Si hay otra energía en el escenario, pero no hay grandes diferencias. Lo que si sucede es que el grupo va creciendo. El entendimiento avanza y uno tiene la sensación de que si seguís tocando mejorás. También sucede muchas veces que después de grabar el grupo siguió mejorando. Entonces pensás que hubiera sido mejor grabar uno o dos meses después. Es una sensación que te acompaña pero que es muy difícil de medir. Y además corres el riesgo de “pasarte”.
¿Cómo es eso de “pasarte”?
Y por buscar algo más allá de lo que el grupo o el tema da, te “pasas”…llevás las cosas un extremo en el que empezás a tocar de memoria y se pierde esa frescura que tenías. Es muy difícil el punto exacto. Pero bueno, la experiencia en eso cuenta. Por eso cuando sentís que la cosa camina, que funciona, es el momento de pensar en que quede registrado.
“Convivencia”. Juan Cruz de Urquiza Cuarteto 1. Convivencia 2. Sabia luz 3. Erupción 4. Tejidos (S. de Urquiza) 5. Reincarnation of a lovebird / Goodbye pork pie hat / Pithecanthropus erectus (C.Mingus) 6. Donde no se lee (L.A.Spinetta) Juan Cruz de Urquiza: trompeta y flugelhorn Tomás Fares: piano Sebastián de Urquiza: contrabajo y voz en 6 Carto Brandán: batería Grabado por Luis Bacque en Fort Music Mezclado en Bacque Recording Engineering por Luis Bacque y J. C. de Urquiza Masterizado en Bacque Recording Engineering por Luis Bacque Voz en 6 grabada por César Silva en El Hornero Fotos: Diego Ricard Arte de tapa: Mercedes Hermann http://www.juancruzdeurquiza.com.ar/