Aunque se reconoce como un músico atraído por una variedad de géneros, desde el rock a la música contemporánea, hace años que Juan Pablo Arredondo está ligado a los proyectos más creativos del jazz en el país. Ahora, como parte de un camino nunca antes transitado, presenta Aire, su personal mirada sobre un puñado de standards junto a Hernán Hecht, el baterista argentino radicado en México, con quien mantiene una sólida sociedad musical. «Siento que es un disco que me debía», dice.
Fotografías en estudio: Candela Fuertes / en México Memoriafoto
«Este es un disco que surgió en plena cuarentena y sin proponérmelo, dice Juan Pablo Arredondo. Fueron esos momentos en que todos pensamos como íbamos a seguir con lo que hacíamos siempre. Cómo haríamos para seguir tocando, para juntarnos con otros músicos. Y me encontré con que tenía más tiempo para pensar, para estudiar y hacer otras cosas».
Podría decirse que la incertidumbre, si bien condiciona, también potencia otras búsquedas…
Mirá, por lo pronto me puse a estudiar más a fondo el Pro tools, el programa multi tracks que se usa en muchos estudios. Tocaba, componía y me grababa. Y al mismo tiempo que iba aprendiendo el programa probaba nuevas cosas en la guitarra. Entonces grabé algunos tracks de standards y se los mandé a Hernán Hetch a México para ver si se copaba y tocaba algo arriba y ver como quedaba…
Y Hernán se enganchó….
Totalmente. Se produjo un ida y vuelta bárbaro. Él me mandaba lo que había hecho y me proponía nuevas cosas. Yo le respondía con otras y así lo fuimos armando hasta que los dos estuvimos contentos con el resultado. Fue construyéndose como un experimento, hasta que nos dimos cuenta que teníamos un disco en potencia. A partir de allí comenzamos a trabajar en eso. Elegimos temas, descartamos otros, le pusimos un orden, vimos la gráfica…todo eso.
¿Cómo viviste la experiencia de grabar separados por miles de kilómetros?
Fue muy lindo. Yo tengo una sintonía especial con Hernán. Es mi socio artístico. Hemos grabado y actuado mucho juntos. Pero es verdad también que a la distancia hace todo más complejo. Por eso y la manera en que fue grabado creo que se emparenta más con un disco de rock que con uno de jazz.
¿Por qué lo decís?
Porqué yo generaba el track y hacía mil tomas hasta que encontraba una que me gustaba. Entonces se lo mandaba a Hernán. Él se interiorizaba, escuchaba los espacios y veía donde podía intervenir. Donde podía juntarse o complementar lo que yo hacía. Entonces me devolvía el registro con su aporte y con esa posibilidad que él había planteado retomaba yo. Luego lo charlábamos, debatíamos y nos poníamos de acuerdo. A veces ya quedaba la primera toma, pero otras veces había mucha ida y vuelta.
¿Por qué le pusieron Aire como título al disco…alguna razón especial?
Sí. Tanto a Hernán como a mí nos afectó la muerte de Lee Konitz. Era un músico que admirábamos mucho. Los dos habíamos estudiado su música, su manera de tocar. De hecho yo enseño muchas de sus cosas a mis alumnos. De él y del grupo al cual pertenecía: Lennie Tristano, Billy Bauer, Warne Marsh, toda esa gente. Entonces cuando nos enteramos de la muerte de Konitz, decidimos sumar Stephanie, un tema que está en Tranquility, un disco hermoso. Tuve que hacer la transcripción porque no estaba. Y lo incluimos. Entonces decidimos ponerle Aire al disco como un homenaje. Nosotros valoramos en la música el espacio, el sonido, esa profundidad de lo acústico. Todo eso tiene que ver con el aire. Con el espacio. Y eso estaba muy presente en Konitz.
Confieso que escuchando tus discos y viéndote en tantos shows, me cuesta encontrar las huellas de una influencia directa de Konitz o Tristano en tu música.
Puede ser. Pero las corrientes de donde uno se nutre no tienen por qué verse en el resultado final. A mí me gustan un montón de músicas. Desde el rock a la música contemporánea o la improvisación libre. Estudie composición con Teodoro Cromber que viene de ese palo. Pero adoro la música de Konitz y Tristano, la estudié y la enseño. Creo que mi conexión con el jazz viene más de esa rama que de otra.
En el disco hay algunos standards muy conocidos y transitados y otros que no son tan populares. Uno de ellos es Gale. ¿Me contás algo de ese tema?
Ese es un tema de Richie Beirach. Con él me pasó algo parecido a lo que recién comentábamos de Tristano y Konitz. Cuando yo estudiaba en la EMC (Escuela de Música Contemporánea) conocí a Juan Dargenton, que es bandoneonista y pianista. El me mostró muchos discos de John Abercrombie. En esos discos estaba Richie Beirach y a mí me fascinó su mundo armónico.
¿Puntualmente qué cosas?
Lo que él planteaba yo no se lo había escuchado a otros pianistas. Por eso cuando fui a estudiar con Ernesto Jodos, ya en las primeras clases le conté cuales eran mis curiosidades respecto a eso. Entonces Ernesto me explicó algunas cosas de ese lenguaje. Cosas que venían de los micromodos, pequeños modos armados por interválicas específicas. Yo enloquecí con eso y me puse a estudiarlo con todo. Luego con el tiempo lo dejé. Porque una carrera musical es como una especie de tamiz. Todo sirve y de alguna manera queda. Pero vas incorporando y usando otras cosas.
Volviendo a tu trabajo con Hernán. Esto viene de larga data, incluso han actuado en México y tienen discos grabados allá….
Sí. Hace varios años que Hernán viene organizando una gira para nosotros en México. Él tiene muchos contactos allá. Así que yo iba y armábamos toda la movida. Preparábamos la música y salíamos. Durante los últimos seis años lo hicimos al menos una vez por año. Y en los últimos tres años lo que hicimos además fue grabar un disco en cada una de estas giras. Eso comenzó después de los shows en trio con Jerónimo Carmona. Me acuerdo que hicimos como 20 shows, así que entramos muy curtidos al estudio.
¿Ese es el disco del Piv Midi Toxi Trío, del 2017?
Exacto. Y al año siguiente, en el 2018, hicimos una gira con el ASH Trío, esta vez con Natalio Sued en saxos y grabamos Formas. Esa experiencia la repetimos en el 2019 y luego de los shows grabamos otro disco con composiciones de los tres. Pero ese todavía no salió. Lo estamos masterizando y procesando. A la distancia se complica un poco, porque estamos los tres lejos y es un trabajo integral, en el que todos opinamos y vamos construyendo a partir de allí. Pero seguimos adelante y va a salir en los próximos meses.
Hay otro trabajo tuyo en trío que me gusta mucho: el de Mostri, que grabaste en Salta con Fefe Botti y Martín Misa, creo que también después de una gira…
Si, totalmente. A mí también es un disco que me gusta mucho. La niña del rayo, se llama. Con Fefe y Martín veníamos haciendo algunos shows en Salta y aquel 2019 decidimos ir a un estudio muy lindo que hay allá y grabar sin pensar demasiado en el resultado. Por el placer de tocar juntos. Pero la verdad es que quedé sorprendido. Le dijimos a Diego Mamani, el técnico, que queríamos un disco con mucho espacio, para que puedan sonar bien los instrumentos y lo más acústico posible. Y la verdad es que Diego hizo un trabajo increíble.
Todos tus discos tienen música original…¿qué te motivó ahora por hacer uno solo con standards?
Es un disco que siento que me debía. Nunca había grabado un disco así, ni siquiera una canción. Así que pensé que quizás este era el momento de sacarme esa deuda de encima. Los standards son parte del camino de un músico de jazz. Pero son también una especie de excusa para improvisar. Por eso está bueno si uno logra sumar y poner algo personal en cada interpretación. Algo de todo lo que fue aprendiendo a lo largo de los años. Eso era lo que quería. Y ahora está.
Aire. Juan Pablo Arredondo y Hernán Hetch.
- Gale
- Body and Soul
- I can’t give you anything but love
- Darn that dream
- Stephanie
- Hot house
- Prelude to the kiss
- Bye bye blackbird
Juan Pablo Arredondo: Guitarra / Hernán Hecht: Batería. Grabación de guitarra y foto del arte: J.P. Arredondo / Grabación de bateria, mezcla, masterización y arte de tapa: H. Hecht. Grabado en Abril del 2020 en Argentina y México.
