Dinamarca tiene inviernos fríos y días cortos. Sueldos altos, impuestos caros y una enorme cuota de previsibilidad. Tiene también la mejor calidad de vida del mundo y uno de los pueblos más felices del planeta. Ese es el lugar que la vida eligió para Lyonne, una cantante argentina radicada en Copenhague desde hace poco menos de tres años y que ahora acaba de lanzar Late Night; su disco con un puñado de temas propios que admiten la influencia de Sting y Paul Auster. Una voz argentina, y de las buenas, cantando en el otro extremo del mundo.
Lyonne, está claro que no te propusiste hacer un disco tradicional de jazz y que buscaste cierto cruce de caminos con el pop o el rock. ¿Está idea estuvo desde un comienzo o fue tomando forma al desarrollar los temas o elegir los músicos?
Estuvo siempre. Ivan, mi productor me preguntó al comienzo qué disco quería hacer. Yo le dije que quería hacer un disco con músicos de jazz, pero acercándolos un poco para el lado del pop. Y cuando hablaba del disco con gente del pop les decía que yo lo había llevado para el lado del jazz. Me interesa como esa ambivalencia. No el género limpio y puro. Si no tomar estos elementos y hacerlos convivir y ver que va pasando.
Decís que tu música está inspirada en Sting y en Paul Auster. ¿Qué tomás de uno y de otro?
Yo siento que la música de Sting me inspira. Por ejemplo el corte It’s only fair está inspirado en Shadows in the rain. Para mí es un referente, porque él también toma elementos de distintos lugares para hacer su música. En cuanto a Paul Auster me interesa mucho su narrativa. Me siento identificada con esos personajes. Todos muy relacionados con Nueva York, una ciudad que me inspira y donde me siento como en casa. Además sus personajes, como los de Salinger, son un poco outsiders. Tienen un enfoque introspectivo muy interesante. Y es lo que quise reflejar en este disco. Late Night habla de eso. Del encuentro con uno mismo y de las verdades innegables.
Si bien tenés una banda muy talentosa, el disco comienza con un tema muy lindo a capella. Supongo que eso debe tener una historia propia…
Y también relacionada con Auster. Grabamos el disco entre finales de febrero y principios de marzo y a los 10 días se cerró todo. Cuarentena estricta. Sin clases, sin negocios, sin nada. Sólo duró tres semanas, pero nadie sabía que iba a pasar. Yo tenía el disco recién grabado con once temas y dudaba si agregar algo sobre lo que estaba pasando. Por esos días había vuelto a leer La música del azar, la novela de Auster y todo eso me movilizó para componer un tema. Fue Together We’ll Prevail, que canto a capella. Sentí que lo tenía que sumar. Fue un sentimiento muy fuerte. Tomar consciencia de que toda la humanidad estaba pasado por lo mismo a un mismo tiempo. En Argentina o en Dinamarca, no importaban las distancias ni nada.
Estás en Copenhague desde hace poco más de dos años, pero comenzaste a cantar en Buenos Aires….
Comencé profesionalmente en 2014 gracias a Jorge López Ruiz que había sido docente mío. Así que grabé una canción y se la mandé. Mi ilusión era grabar un disco y que él toque el contrabajo. Me respondió enseguida. Me dijo “mira hay un montón de contrabajistas que pueden tocar tu música mejor que yo pero igual quiero hablar con vos”. Yo estaba muy nerviosa, me había expuesto y no tenía ni idea qué me iba a decir…
¿Y qué te dijo?
Tuvimos una charla de hora y media. De entrada lo que me dijo fue clarísimo. “Sos una artista y tenés que saber que si lo asumís vas a tener una vida difícil. Podés tomar otro camino si querés. Pero esto va a volver siempre hasta que le hagas lugar”. También me dijo que las recompensas que daba la música no me las sacaría nadie y que eran de las cosas más lindas que iban a pasarme en la vida. Y no se equivocó en nada.
¿Seguiste relacionada con él después de aquella charla iniciática?
Si, cuando grabé mi primer EP, Jorge estuvo en el armado, eligió a los músicos que me acompañaron. Fue un guía y un mentor de aquel comienzo. Luego tuve más temas y pude completar el disco. Se llamó Such A Distance To Cross, y lo editó en Buenos Aires Acqua Records.
¿Y cómo fue que esta historia tuvo continuidad en Copenhague?
Mi esposo es danés, aunque durante 15 años vivimos en la Argentina y siempre tuvimos la ilusión de tomarnos un año sabático y viajar. Pero por una cosa u la otra no podíamos concretarlo. Teníamos dos hijas, trabajo y no era fácil encontrar el momento. Así que pensamos que si pensábamos en cuatro meses en vez de un año, quizás podríamos hacerlo. Y lo hicimos. Pasamos dos meses a Copenhague y mes y medio en Nueva York. Fue una experiencia muy enriquecedora. Regresamos a Buenos Aires en 2017 pero ya con la decisión de volver. Y lo hicimos en 2018.
Tu esposo regresaba su país con posibilidades de reinsertarse, pero vos tenías que armar tu carrera musical en un lugar muy lejano y culturalmente diferente.
Era toda aventura. En realidad lo sigue siendo. Cerraba en cuanto a lo familiar. Mi esposo es ingeniero ambiental y acá hay mucho campo. Era una linda posibilidad además para el futuro de mis chicas. Y en cuanto a mí, pensé que el hecho de cantar en inglés me iba a dar alguna posibilidad. De todas maneras no conocía a nadie, ni el ambiente, ni tenía contactos. Pero comencé a vincularme, a conocer gente. Acá también hay muchas líneas de apoyo artístico. Hay fondos a los que aplicar para poder financiar la actividad artística. Y eso es lo que me permitió grabar este disco.
El disco salió sobre mediados de noviembre, todo es muy reciente, pero ¿tuviste ya alguna repercusión sobre el trabajo?
Salió el 13 de noviembre. Y el año que viene, creemos que en marzo, saldrá en vinilo. Una de las condiciones del Fondo al que apliqué es que el trabajo debía estar editado antes de fin de año. Por eso salió ahora. En cuanto a la aceptación, es todo muy reciente. Me han hecho llegar opiniones favorables, pero todavía no tengo reseñas de los medios. Acá los tiempos son muy distintos a los de Buenos Aires o Nueva York.
¿En qué sentido?
Que se toman sus tiempos para todo. Acá la gente vive muy tranquila. Así que todo tiene su ritmo. Se planifica todo con mucha anticipación. Es raro para nosotros, más acostumbrados al día a día, a sacar las papas del fuego. Entonces si vos editás un disco no creas que a la semana vas a tener una reseña en los medios. Tenés que tener paciencia. Y lo mismo pasa con todo, para grabar, para tener un show…
¿Cómo es la escena musical danesa, en especial la del jazz?
Es una escena muy fuerte. Muy especialmente en el jazz. Está el festival de verano, que este julio no se hizo por la pandemia, pero que es muy importante. La ciudad invadida por el jazz, en las calles, en las plazas, en todos los barrios. Es una movida hermosa. Además se hace otro en invierno, en febrero, que esperemos que se pueda concretar. Este año todo paró un poco por la pandemia. Pero poco tiempo, si bien cuando se reanudó se hizo a una escala menor, con protocolos y cuidados, obviamente.
Acá estamos inmersos en el streaming aunque de a poco comienzan los shows presenciales, con distanciamiento y barbijo. ¿Allá pasó lo mismo?
Solo al principio, allá por abril, más o menos. Luego, cuando comenzó el verano, volvieron los shows al aire libre. Con distanciamiento, pero sin barbijos. Acá los barbijos se usan solo en espacios cerrados. No son obligatorios en lugares abiertos. Para mí fue muy emocionante. Sabía lo que estaba pasando en Buenos Aires y en otras ciudades. Así que lo de acá lo sentía como un privilegio. Poder disfrutar la música en vivo, como lo había hecho siempre. Ahora estamos en invierno, los días son cortos y el Sol es un bien escaso, pero sigue habiendo shows en lugares reducidos y con muchos cuidados. Ojalá que el año próximo tengamos todos la oportunidad de volver a vivir mejor nuestras vidas, los afectos y también la música.
Lyonne. Late Night. Gramercy Records. Copenhagen
Escuchá el disco aquí en Spotify
1 Together We’ll Prevail (1:42)
2 It’s Only Fair (4:18)
3 9 Eleven (3:43)
4 Out of My Life (3:56)
5 Winter Night (3:03)
6 I Must be Released (4:33)
7 Just Come Home (5:39)
8 Goodbye (3:06)
9 Until You Sing Along (3:54)
10 Tonight (3:16)
11 Empty Streets (4:18) 12 Take to the Stars (3:22)
Lyonne: voz / Nicholas Kingo: wurlitzer / Jesper Uno Kofoed: batería / Rasmus Møldrup: bajo eléctrico / Jeppe Holst: guitarra / Jan Harbeck: saxo tenor / Patricio Villarejo: cello. Todas las composiciones de Lyonne / productores Lyonne y Peter Iversen / Peter Iversen, Mix / Pablo López Ruiz, masterización / Ivan Rod: producción ejecutiva.
Felicitaciones! Una historia que inspira a animarse a dar pasos y crear. Gracias.
Hermosa nota! Hermosa música la de mi amiga Lyonne! Felicitaciones por este nuevo disco!
Abrazo enorme, Ceci querida! Gracias!