Desde Rubén Rada a Nora Sarmoria. Desde Franz Zappa a Roscoe Mitchell. El piano de Martin Robbio no sabe de aduanas musicales y ofrece su arte sin marcas ni etiquetas. Liminal, último trabajo del pianista y un punto alto en su discografía, es uno de esos registros que premian al oyente inquieto revelando nuevos secretos en cada escucha.
Dicen los que saben que hoy el jazz, más que un género, es una manera de abordar la música. Más allá de los debates que esta generalización produzca, es posible que algo de esa mirada sobrevuele en Liminal, el último trabajo de Martín Robbio, en el que el tango, el folclore, algo de rock y de candombe, alimentan la inspiración del pianista para concretar un trabajo de esos que perduran.
Robbio, quien en 2019 había sorprendido para bien con El desierto crece, su primer disco de piano solo, propone aquí un juego de colaboraciones, presenciales o autorales, con artistas venidos de distintos paisajes musicales, para conformar un singular mapa, en el que el talento y el buen gusto trazan fronteras.
El disco tiene un comienzo si se quiere festivo, con la lograda versión en piano solo de Que no lo compro yo, el tema que Ruben Rada grabó en 2007 en vivo en La Trastienda junto a Javier Malosetti y continua con en Nan y Pi, y sus aires litoraleños, un delicado tema de Robbio a quien acompaña Marcelo Dellamea en guitarra.
Pero el viaje musical de Robbio no se detiene ni en estilos ni en geografías y en el tercer corte aborda una sentida versión de Gordo tambor, de Nora Sarmoria, con la autora en piano, voz y percusión, para luego explorar el planeta Zappa con Toads of the short forest, extraido de Weasels Ripped My Flesh (1970), el séptimo álbum de estudio de Frank y sus Mothers of invention; aquí con Enrique Norris llevando la melodía en corneta.
El intimista Caballos, de Raúl Carnota, acompañado de Seba Castro en guitarra, uno de esos temas que se vuelven ideales para acompañar una tarde de otoño, antecede a la fugaz visita de Robbio al país del jazz. Y lo hace a través de Odwalla, la composición que el maestro Roscoe Mitchell escribió para el primer álbum del The Art Ensemble of Chicago de 1973. Con la sólida presencia de Fefe Botti en contrabajo, Robbio vuelve a mostrar su estilo pleno de sutilezas y buen gusto.
A lo largo de todo el trabajo, pero muy especialmente en su segunda mitad del disco, Robbio alcanza el balance justo entre técnica y sentimiento. No encontrarán aquí fuegos de artificio ni virtuosismo vacío. Robbio es un pianista talentoso y medido. Uno de esos artistas que expresan también lo no dicho. Lo que subyace como andamiaje de una obra sólida. Lo que imaginamos, mientras disfrutamos el evocador placer de la música.
Liminal. Martín Robbio
Que no le compro yo (Rubén Rada). Martín Robbio: piano
Nan y Pi (M. Robbio). Marcelo Dellamea: guitarra, Robbio: piano
Gordo tambor (Nora Sarmoria). Nora Sarmoria: piano, voz y percusión, Robbio: piano y percusión.
Toads of the short forest (Frank Zappa). Enrique Norris: corneta, Robbio: piano.
Caballos (Raúl Carnota). Seba Castro: guitarra, Robbio: piano
Odwalla (Roscoe Mitchell). Fefe Botti: contrabajo, Robbio: piano y hang
Dirección musical: Martín Robbio / Producción audiovisual: Ignacio García para Punto rojo / Producción general y Grabación de Audio: Pedro Ogando / Mezcla y Mastering: Agustín Monguelli.