“Posibles días en sueños”, marca el debut discográfico de Nicolás Ojeda al frente de su propio grupo. Con un puñado de canciones que transitan con soltura por el jazz y los ritmos folclóricos, íntimo y sensible, el trabajo de Ojeda es una ineludible invitación a la buena música.
Una reciente encuesta lo situó como una de las revelaciones del año. Pero lo cierto, más allá de lo discutible que puede ser cualquier sondeo, es que desde unos años a esta parte Nicolás Ojeda viene construyendo una más que interesante carrera, a fuerza de talento y empeño.
Su disco debut, “Posibles días en sueños”, una de las gratas sorpresas que dejó el 2013, lo muestra no solo como un líder de su propio grupo, sino también como un compositor de interesantes propuestas.
Con un planteo netamente acústico, la música de Nicolás Ojeda transcurre intimista, sin desbordes innecesarios, con una sonoridad moderna en formato de canción.
Esto se advierte desde un comienzo, con el primer corte del disco, “Circular”, un tema de inspiración folclórica, con muy buen desempeño de Mariano Agustoni en piano y una sección rítmica que no deja decaer el motivo a lo largo de sus más de 12 minutos de extensión.
Ya en un terreno más jazzero, “Lacryma”, muestra a Ojeda asumiendo el liderazgo, con voz y contrabajo al frente, para una propuesta sensible y una melodía simple y sentida, con especial lucimiento de Agustoni en Rhodes y Mauro Morelos en trompeta. “Lluvia nocturna” marca el regreso de los ritmos sostenidos. Un tema breve y contundente, con el grupo a pleno y destaques de Agustoni en piano y Ojeda en contrabajo, con un solo medido y justo.
El frenético “Araña xposlacdoc”, con buen aporte de Tomás Babjaczuk en batería, deja paso a “Nocturno (Pasitos de nada)”, con un muy interesante Nicolás Olivera en guitarra eléctrica en amistoso duelo con las cuatro cuerdas del bajo de Ojeda, en una propuesta singular y de fuerte personalidad.
Este “Posibles días de sueños”, el logrado debut de Ojeda, cierra con ”Matilda”, uno de los cortes más conmovedores del disco. Pleno de sentimiento y nostalgia, el tema, dedicado a la hija de Ojeda, finaliza con la voz de pequeña invitando al juego.
Difícil imaginar un cierre mejor. Una declaración de amor de poco más de cuatro minutos, que acompañaran a Matilda a lo largo de toda una vida.
“Posibles días en sueños” Circular Lacryma Lluvia nocturna Araña xposlacdoc Nocturno (pasitos de nada) Matilda Nicolás Ojeda: Contrabajo en todos y bajo eléctrico en tema 4 Mariano Agustoni: Piano en temas 1,3 y 6 y Rhodes en 2 y 4 Tomás Babjaczuk: Batería en 1, 2, 3, 4 y 6 Mauro Mourelos: Flugelhorn en 1 y 3 y trompeta en 2 y 4 Nicolás Olivera: Guitarra eléctrica en 5 Todos los temas compuestos, arreglados y producidos por Nicolás Ojeda Arte de tapa Fernanda Bragone.