Pablo Díaz es uno de los músicos más inquietos que tiene la actual escena del jazz en Buenos Aires. Parte esencial del grupo de Enrique Norris y del Proyecto IMUDA junto a Paula Shocron; el baterista presenta ahora dos discos en simultáneo bajo su propio sello. Por un lado «Tierra», un arriesgado trabajo junto al saxofonista Miguel Crozzoli y por el otro «Anfitrión», en formato de trío junto a Shocron y Germán Lamonega. Dos propuestas distintas pero hermandas en lo esencial, con la búsqueda y el riesgo como elemento irrenunciable.
El pujante panorama que observa el jazz argentino actual, con buena cantidad de discos editados, shows a diario, la constancia de músicos de calidad y el continuo surgimiento de nuevos valores; tiene no obstante algunas zonas grises. Esto podría decirse ante la escasa oferta que presentan las corrientes ligadas al free o a las formas más libres de improvisación; cuya presencia se agota hoy por hoy en un puñado de nombres reconocidos.
Dentro de ese núcleo, tan reducido como tenaz, sobresale el baterista Pablo Díaz, parte estable de los combos de Enrique Norris, y que desde un tiempo a esta parte asumió el compromiso de liderar sus propias formaciones, en las que predomina siempre la búsqueda de nuevas sonoridades.
Con dos discos editados como líder: «Pablo Díaz Cuarteto», del 2013 y «Mouna» del 2014, ambos dentro del catálogo del sello virtual KUAI Music, y miembro activo del proyecto IMUDA, junto a la pianista Paula Shocron; el baterista suma ahora dos nuevos trabajos a su discografía personal para ampliar el joven catálogo de Nendo Dango Récords.
El primero de ellos, «Tierra», grabado en febrero, lo encuentra compartiendo una decena de temas junto al saxofonista Miguel Crozzoli, en una propuesta tan arriesgada como creativa. El segundo y no menos comprometido con la experimentación sonora, es «Anfitrión», una nueva colaboración con la pianista rosarina, esta vez en formato de trío, al que se suma Germán Lamonega en contrabajo.
A través de un viaje sin concesiones por nueve temas propios, Díaz y Crozzoli asumen en «Tierra» un fuerte compromiso por la amplitud de las formas y la experimentación de nuevas y complejas sonoridades. Ya sea a través del potente «Primera respiración», el melancólico «Ritual» o la fuerza expresiva de «Dudas cruciales», con sus más de cuatro minutos de tensión apenas contenida.
En un formato poco transitado, saxo tenor y batería, Crozzoli y Díaz muestran aquí una singular cohesión emocional para desplegar su enorme arsenal de recursos. Bombos, platillos, un saxo que a ratos parece una flauta y en otros un lamento desgarrado, canciones, gritos, alegría y una música nada complaciente, que demanda apertura y disposición, pero que retribuye con talento y originalidad.
Otra es en cambio la propuesta del trío en «Anfitrión», si bien la coincidencia podría encontrarse en la filosofía que lo promueve. Aquí Díaz resigna todo liderazgo para confundirse en un sonido grupal, liderado por el personal pianismo de Shocron.
El nucleo del disco lo conforma «Retribuciones», una suite en cinco movimientos, en la que Shocron, Díaz y Lamonega exploran los rincones más extremos de su instrumento. El primer movimiento de la suite, impregnado de retazos minimalistas, va abandonando la calma para confluir en un tercer movimiento con el trío a pleno, en un clima de compuertas abiertas, donde la música alcanza límites casi exasperados, para regresar sobre los dos últimos a un estadio de cierta calma sin resignar la tensión que subyace.
El mismo esquema de calma, tensión y resolución, está presente en «La novia», que con sus casi siete minutos, es uno de los temas que mejor evidencia el poderío del trío y la convicción con que se lanzan a la aventura. El último corte, «Firuletes», con casi ocho minutos de duración, muestra la faceta menos tradicional del grupo, aunque se evidencia como una buena oportunidad para dar oídos al lirismo de Shocron y la creativa base rítmica de Díaz y Lamonega.
En síntesis, dos trabajos de Pablo Díaz, en dúo y en trío que generarán distintas opiniones. Podrán gustar más o menos, de acuerdo con las preferencias y la experiencia del oyente. Y seguramente cosecharán críticas o elogios. Pero que seguro no generará indiferencia. Y eso no es poco para un artista de vanguardia.
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Pablo Diaz, batería, percusión.
Miguel Crozzoli, saxo tenor
No beginning, no end
Ritual
Tierra
Dudas cruciales
Abstracción
Primera respiración
Caminos que se Cruzan
Abstracción #1
Luz.
Paula Shocron , piano
Germán Lamonega, contrabajo
Pablo Díaz , batería
La llave
11C*
La novia
24 horas
Embudos
Retribuciones (Suite): R.C
Retribuciones (Suite): C.M
Retribuciones (Suite): W.P
Retribuciones (Suite): R.M
10 Retribuciones (Suite): D.J
Firuletes