Hay discos que representan una época. Hay discos que son muchos discos. Hay otros que anticipan lo por venir. “,tiempo, etcétera”, la cuarta obra del pianista Sebastián Zanetto es un poco de todo eso. Un nuevo trabajo en el que el músico, fiel a su búsqueda, bucea distintas posibilidades y anticipa futuros desarrollos. Como aquel Aleph borgiano que incluía todo el universo, Zanetto hace un disco que contiene su propio futuro musical.
«Este disco es el disparador de los cuatro próximos que quiero hacer» dice Sebastían Zanetto y los proyectos le surgen con la naturalidad de quien los tiene totalmente elaborados antes de su concreción. Un disco en trío, otro de sólo piano, un tercero con música inspirada en cuadros de pintores argentinos y un cuarto dedicado a la chilena Violeta Parra. Cuatro ideas para cuatro trabajos aún por venir.
“Por eso, explica Zanetto, este disco, «,tiempo, etcétera…» oficia de alguna manera como una introducción de todo lo que quiero hacer después. Porque hay aquí un poco de cada una de esas temáticas. Hay temas en trío, hay solo piano, está «Corazón maldito» de Violeta y «Sin pan y sin trabajo», inspirado en el cuadro de Ernesto de la Cárcova”.
Pero antes de hablar sobre la música dejame decirte que el disco tiene una estética muy interesante. Viejas fotos de familia, de parejas, un manuscrito. Tiene cierto aire vintage pero al mismo tiempo un diseño muy moderno.
Si, a mí también me gusta mucho el diseño. Es de Matías Carazzo, que también toca saxos en el disco. Mirá es un proyecto que hice pensando en mi familia. Por eso lo ilustré con una foto de mis padres en la portada. Y acá pasó algo muy loco. Ellos están separados desde hace muchos años. Pero yo encontré una foto en la que los negativos estaban superpuestos. Ellos están posando separados, son dos negativos distintos, pero no sé porqué en la foto aparece juntos. Los negativos se pegaron y ellos terminaron juntos, a pesar de estar en fotos distintas. Por eso me pareció muy significativo. Y me gustó usarlos para ilustrar la tapa.
¿Por qué sentiste esa necesidad de pensar en tu familia como motivo de un nuevo disco?
Y no sé. Este año que pasó fue de pensar mucho en mi familia, de trabajar en el árbol genealógico. De empezar a ver cuál era la historia familiar. La zaga, de alguna manera. Entonces se me ocurrió que el disco podría ser como una devolución a todo lo que mi familia me había dado.
¿Y el manuscrito que ilustra el disco tiene relación con eso?
Es algo que apareció durante esa búsqueda. Es una libreta vieja de mi abuela. Ella me la había dado cuando yo no tendría más de 15 años y donde cuenta cuanto sufrió con la muerte de mi abuelo, su esposo. Cuando la reencontré, revisando algunos viejos papeles, me di cuenta que tenía que estar en el disco. Porqué es una parte importante de la historia familiar. Ella eligió contarme eso. Sanar el árbol, de alguna manera.
Además en el disco cada tema tiene una explicación tuya. ¿Qué te motivó a hacer eso?
Si. Siempre escribo los discos que hago. Es un ejercicio muy productivo para mí. Hago la música, la toco y todo eso. Pero en algún momento siento la necesidad de escribir. Poner en un papel aquello que me va surgiendo en relación con los temas.
Y para qué lo hacés?
Para entender un poco más por donde pasa la obra. Me ayuda a ordenarme a volver a mirar la obra para ver si tiene un concepto que la atraviesa o es caótica, no se… Es algo que siempre hice. Escribo lo que me pasa con cada tema, que impresión me da, que me produce. Independientemente de lo estilístico. Y Matías pensó en meter todo eso en la gráfica. Yo al principio dudé porque es algo muy personal. Pero después lo pensé y dije bueno, adelante. Que se sepa que representa para mi cada tema o de qué habla…
Pusiste además un poema de Laura Giraldez. ¿Hay allí también algo relacionada con lo familiar?
Sí, claro. El poema es de mi mamá. Laura Giraldez es mi vieja. Y está recitado por Liliana Daunes que es una amiga de ella desde hace muchos años. Siempre tuve ganas de poner cosas de mi mamá. Quería meterla de alguna manera dentro de la obra.
¿Y cómo se dio ahora?
Hable con Lili Daunes, le dije que quería poner un poema en medio de un tema. Le comenté que tenía unos poemas de mi madre. Ellas son amigas desde hace muchos años, pero Liliana no sabía que mi vieja escribía, es una veta que ella mantenía algo oculta. Así que Lili aceptó y yo le propuse entonces hacer «Fractus», porque justamente habla de eso, de las fracturas, nombra los elementos, de alguna manera cierra la idea que trae el disco.
Los elementos y la familia son temas recurrentes en el disco, como el motivo principal. ¿Pero de donde viene el tema de la fragmentación?
Me pasaba algo con la fragmentación. Estaba terminando «La lengua…» y ya sentía la necesidad de hacer algo en relación con la fragmentación, los quiebres…todavía no termino de entender bien el porqué. Yo me reconozco en toda esta fragmentación.
¿Y cómo sentís que eso está presente en tu música?
Cuando grabé «La lengua del mundo», estaba mezclando el disco y cuando estaba trabajando en uno de esos temas, se me ocurrió que en el próximo disco quería «romper» el piano. Que la escucha se vaya moviendo. O bien movemos el micrófono por todos lados o metemos micrófonos en distintos lugares mientras toco. Es decir, poner los micros habituales, pero también meter micros por todos lados. En las salas contiguas, en el baño, en todos los lugares que se pueda. Y yo después «recorto» todo los audios y los voy a ir integrando y moviéndolos. Así se escucha como el piano se va moviendo en el proceso del tema.
¿Y lo hiciste en qué tema?
Lo hice en «Metamorfosis en el tiempo». El tema se desarrolla y se van tomando distintos planos de escucha. La sensación es que el piano se mueve. Por eso en el disco recomendamos que se escuche con auriculares.
El trío lo completan Matías Carazzo en saxos y Federico Estévez en batería y percusión. ¿Ya habías tocado con ellos antes del disco?
Si. Con Fede hace años que toco. El está de invitado en mi segundo disco, «Tocados por el fuego». Hace batería en un candombe. Luego de eso tocamos un tiempo en dúo, piano y bata y luego de un tiempo cada uno siguió su camino. Después de ese tiempo, en que el hizo sus proyectos y yo los míos, nos volvimos a juntar para formar este trío. Con Matías también había hecho algunas cosas antes, además él está en mi tercer disco «La lengua…», donde toca la flauta traversa.
Y ahora a presentarlo….
Si. Creo que a partir de mayo comenzaremos con las presentaciones del disco. Tengo muchas expectativas. Creo que es un buen trabajo, además nos ayudó mucho que haya sido elegido como disco del mes de diciembre en el Club del disco. Eso es algo que a mí me pone muy contento. El trabajo circula así por los socios del club, está dentro de un catálogo, me permite hacer una edición mejor y me da la posibilidad de que lo escuche mucha gente. Estoy muy contento con eso y la gente del Club también. Y bueno, a partir de mayo comenzaremos a mostrarlo….