Posiblemente el Gato Barbieri sea el primer nombre que se invoca cuando se habla de la historia del saxo jazz en la Argentina. Pero este merecido protagonismo no debiera opacar una realidad innegable. La escena local produjo y sigue produciendo saxofonistas de talento. Desde los que compartieron aquellos años del rosarino en el país, hasta quienes hoy mantienen viva esa pasión . Habitantes de esta tierra de saxos.
Históricamente el jazz que se hace en la Argentina ha dado muy buenos saxofonistas. Un rápido recorrido, sin más archivo que la memoria, haría surgir nombres como los del Gato Barbieri, Horacio Chivo Borraro, Enrique Varela, Jorge Bebe Eguía, compañero de jams del Mono Villegas, Jorge Anders o Hugo Pierre, figuras de importancia que cobraron protagonismo a partir de los años 50 y extendieron su influencia en las décadas siguientes.
Ya en los 60s, y con la fuerte influencia del rock, algunos saxofonistas buscaron nuevos rumbos, a tono con la movida que venía de los Estados Unidos y la influencia de grupos eléctricos que fusionaban ambas músicas. Bernardo Baraj, miembro del histórico grupo Alma y Vida, fue por aquellos años una figura protagónica dentro de esa corriente.
Los siguientes calendarios fueron testigos del desembarco de nuevos talentos que aún continúan vigentes, como los tenores Ricardo Cavalli y Carlos Lastra, ambos líderes de sus propios grupos, con varios discos editados a su nombre y formadores de toda una generación.
También el experimentado Andrés Boiarsky (foto), de vuelta al país en el 2015, luego de más de 30 años de vivir y tocar en los Estados Unidos. A ellos se suman Victor Skorupski y su grupo El Ghetto, Jorge Retamoza con su mirada atravesada por el tango y Marcelo Moguilevsky y su búsqueda desde las raíces folclóricas.
Otros en cambio continuaron sus carreras en el exterior con esporádicos regresos al país, como Oscar Feldman, el saxo alto que lideró el grupo Touch en los 90s, para luego radicarse en Nueva York; Javier Girotto, parte importante de la renovación jazzera en Italia o Alejandro Chiabrando, el tenor rosarino que emigró a los Estados Unidos.
De allí deriva una generación intermedia y al frente de ella el prolífico Rodrigo Domínguez, saxofonista del histórico Quinteto Urbano y con una sólida carrera posterior y Natalio Sued, su socio en tantos proyectos, desde 2001 radicado en Holanda.
También los caños de Escalandrum: Gustavo Musso, Martin Pantyrer y Damián Fogiel; todos ellos con carreras solistas; el inquieto Carlos Michelini, Pablo Puntoriero, un músico con menos repercusión de la que merece; Cosme Tarantino, líder del grupo Sardinas, el talentoso Luis Nacht y su incursión por las corrientes regionales y con interesantes proyectos en su haber y Pablo Ledesma, un artista siempre dispuesto a la búsqueda y el riesgo, habitual sideman del pianista español Agustí Fernández .
Detrás de ellos una nueva generación desembarcó en la escena local. Ramiro Flores uno de los más experimentados, Martín Rur, con el grupo del «Pollo» Raffo; Andrés Hayes, Dario Dolci cultor del free, Hernán Samá y Jorge Torrecillas, con buenos trabajos como líderes. Navegando las aguas del rock, pero con una impronta jazzera, Francisco Huici, Leo Paganini y Juan Manuel Alfaro le ponen caños al sonido Octafonic.
Ada Rave (foto), radicada en el exterior, figura protagónica del free y las formas más libres, Ingrid Feniger con su disco Maleza y Marina Mosenkis, que lideró el trío Karaboo y hoy transita otros géneros; fueron por entonces la avanzada femenina.
Los últimos años también fueron testigos de una nueva oleada de creativos saxos. Pablo Moser, Juani Méndez, Juan Presas, Sebastián Mazzalupo y Miguel Crozzoli buscaron distintos caminos expresivos al frente de sus propios grupos, bajo la tutela del sello Kuai, donde editaron sus primeros discos solistas.
Otro tanto podría decirse de Santiago de Francisco, con su debut discográfico en el 2016 y la inquieta Yamile Burich al frente de su quinteto Jazz Ladies, un combo totalmente integrado por mujeres y con el que editó sus dos últimos trabajos. A ellos se suman los prometedores Emmanuel Famin, Gonzalo Rodríguez, Sebastian Loíacono, Patricia López y Julieta Eugenio, músicos destacados en distintos grupos de la movida actual, pero aún sin discos a su nombre.
Como para ir escuchando….(guía necesariamente incompleta)
Ricardo Cavalli. Heart to heart (con George Garzone) RivoRécords. 2012
Carlos Lastra. Despedida.Indep. 2013
Andrés Boiarsky. Crosstalk. 2015
Oscar Feldman. Oscar y familia. Sunnyside. 2009
Alejandro Chiabrando. Green light. BlueArt.2009
Oscar Girotto. Sol. Blue Note.2009
Marcelo Moguilevsky. Buey solo. Vinilo Rec. 2013
Jorge Retamoza. Colores del otoño. Pai.2015
Rodrigo Dominguez. Limon. Kuai. 2015
Natalio Sued. Mirada esquiva. S.jazz. 2006
Damian Fogiel. Enlace. Indep. 2009
Gustavo Musso .Our song. RivoRecords. 2012
Carlos Michelini. Kom. Pai 2012
Pablo Puntoriero.El enigma (con Paula Shocron). Acqua. 2010
Luis Nacht. La incertidumbre. Club del disco. 2015
Pablo Ledesma. Memorial Steve Lacy. Lumena. 2007
Andres Hayes. El imperio de las luces (con g.Garzone)Sofa Records
Ramiro Flores. Son dos. Lapacho Rec.2012
Ada Rave. La continuidad. Pai. 2011
Marina Mosenkis. Karaboo.Pai.2005
Pablo Moser. Mascota. Kuai.2016
Juani Mendez. Diez construcciones fáciles. Kuai. 2015
Juan Presas. Transgresón. Kuai. 2016
Yamile Burich. Random. Indep. 2016
Miguel Crozoli. Tierra (con Pablo Diaz). NendoDango. 2016
Sebastian Mazzalupo. El gran escultor. Kuai. 2016
Santiago de Francisco. Chango. Indep. 2016
Me duele el alma su fallecimiento.
En el interior hay gente valiosa también…
Gracias!
Saludos
Hoy ha muerto Chachi Ferreyra. grandisimo saxofonofista
Que hay excelentes músicos en Argentina y faltan muchos más para nombrar que están ahí tocando en distintos lugares de la capital y podemos disfrutar de todos ellos , excelente nota de estos grandes saxofonistas!!