Trío El Comienzo, jazz con acento cordobés

Desde Córdoba, el trío El Comienzo, presenta un interesante disco debut con composiciones propias. La propuesta muestra y  reafirma que la renovación del jazz argentino también se nutre del talento y el entusiasmo de los jóvenes mucho más allá de los límites de una ciudad. 

La visión centralista lleva a creer muchas veces que el arte tiene único domicilio en Buenos Aires. Que sólo en la ciudad capital convive y se desarrolla, por caso, la música más elaborada. Una mirada tan parcial como la de pensar que en Córdoba sólo se hace cuarteto o que los correntinos únicamente producen chamamé.

Pero lo cierto es que la música derriba fronteras y que los músicos, principalmente los más jóvenes, fuerzan los límites y se hacen escuchar a pesar de las trabas que imponen la comodidad y el conformismo.

Córdoba es, en este sentido un geografía que produce un arte inquieto y el jazz suele ser un escenario propicio. Y en este contexto es que destaca “El comienzo”, el trío que integran Eduardo Valdés en guitarra, Federico Seimandi en el contrabajo y bajo eléctrico y Pablo González en batería. Un grupo joven que transita su primer disco fusionando con acierto y creatividad, un jazz de sonidos actuales con influencias roqueras.

El disco se presenta con un tema propio de un power trio, “El comienzo” de Valdés, con fuerte presencia percusiva y un ritmo contagioso. Le sigue otro tema del guitarrista: “Venganza” con Valdés al frente, bien apoyado en la base rítmica, con un riff marcado que remite a la mejor época del jazz-rock, y para quien esto escribe, con recuerdos nostalgiosos de un muy joven Jeff Beck.

“En el fondo del mar” de Seimandi, buena canción de ritmos brasileños, es el tercer corte del disco debut,  al que le siguen la pulsión rockera de “Rapidmaker” de Valdés, para regresar con ritmos latinos, guitarras acústicas y buena percusión de Lucás Millicay, en “Evori” también de Seimandi.

Promediando el trabajo sobresale  “Destello”, primero de los cuatro temas que aporta como autor el baterista Pablo González. La eléctrica de Valdés a pleno, con Germán Nager en teclados. Sonidos punzantes y  pura adrenalina para el tema más corto del disco, sólo dos minutos. Contundencia pura.

El clima recobra la calma con el acústico “La Familia”, pero vuelve a electrificarse con “Robot”, con guitarras al frente, voces distorsionadas, un pulso firme  y los tambores marcando el ritmo. El disco cierra con “Recuerdos”, con destaque de Seimandi en el contrabajo, el nostalgioso “Laberinto interno” y “Ovni”, el tema más extenso del álbum, compacto y de climas cambiantes.

Muy buen debut discográfico de “El comienzo”, el trío cordobés que renueva la propuesta jazzera nacional con recursos legítimos, talento y creatividad. Un trabajo intenso y apasionado, que augura todo lo bueno por venir.