Desde hace años Wenchi Lazo es considerado uno de los músicos más representativos de la libre improvisación en el país y el 2020, el año en que todos vivimos en peligro, no logró limitar su expresividad. Así lo expresan sus cuatro nuevos registros, uno de ellos como parte de Capitanes de la Industria, el creativo trío que integra junto a Lobi Meis y Gregorio Kazaroff.
En Claves para entender la libre improvisación, el músico e investigador francés Wade Matthews asegura que “la música contemporánea no es tanto arte como vida”. Separado en distancia y espacio, el argentino Wenchi Lazo, se define “por cuestión de tiempo invertido”, más improvisador que compositor.
Tiempo invertido o vida. Dos definiciones para un mismo concepto. Concepto que Lazo lleva como bandera en cada una de sus obras, en las que busca, experimenta y se arriesga sin red, explorando caminos no transitados. Sonoridades que expresen el lenguaje de las emociones.
Durante el incierto 2020, Wenchi Lazo presentó cuatro registros inéditos, uno de ellos Bisponible, su dúo de improvisaciones junto a la artista sonora Cecilia López, grabado en 2017. Este segundo trabajo de Lazo y López, una suerte de continuidad del primero, Abailable, editado un año antes, refleja una vez más el interés compartido por la improvisación y creación de desafiantes sonidos no idiomáticos. Aquí vuelven las atmósferas densas y de singular crudeza, mezclando el sintetizador de López con Lazo en batería electrónica, embarcados en un cruce arrollador y frenético.
“Improvisar, dice Lazo, es estar ahí lo más que se pueda con el cuerpo entero a disposición del sonido y a través del instrumento, mayormente guitarra en mi caso. Mi cuerpo está entrenado para tocar pero muchas veces el instante improvisatorio o interpretativo supera cualquier conocimiento que pueda poseer. Si bien suena angustiante, son momentos que atesoro pues ahí es cuando vale la pena el camino recorrido: cuando no hay defensa ni control posible”.
Otro de los buenos trabajos del 2020 con la firma de Wenchi Lazo es Embudo, su disco de improvisaciones con guitarras eléctricas distorsionadas, lanzado a mitad del calendario. Aquí en una docena de temas, algunos de extrema brevedad con apenas un minuto de duración, Lazo se lanza a la búsqueda de lo incierto, alternando climas calmos con instancias de extrema tensión. Motivos que se suceden hilvanados por efectos secos, que como descargas eléctricas anticipan la tormenta por venir.
“Me encanta lo creativo en todas sus formas, no solo lo artístico, destaca Lazo. Veo películas, voy al teatro, soy lector, me inspira un buen encuentro deportivo, una buena conversación, una acción inesperada, un paisaje. Cuánto eso me influye no lo sé, pero algo, seguro. No soy de trabajar con algo o alguien en mente (excepto si colaboro) ni de dedicar mi trabajo a tal o cual cosa o persona, al menos en el momento de hacerlo”.
La inquietud del guitarrista, conocida por quienes siguen su trayectoria solista y como fundador de distintos grupos, como Mar de humores, Datrebil, Foto y Temporal entre otros, tuvo terreno fértil en el 2020 y continuó con Media entera. En ese disco, editado sobre final de año, Lazo se multiplica en composición, improvisación, programación de batería, bajo, guitarra eléctrica, teclado, grabación, mezcla, masterizado y hasta en el diseño de portada; acompañado por Carolina Flechner en percusión y bajo de teclado en uno de los temas.
Pero el año no finalizó para el inquieto Lazo sin un nuevo disco de Capitanes de la Industria. El trío que integra junto a Lobi Meis en sintetizador y Tablet y Gregorio Kazaroff en electribe, buddha machine II y radio, editó Ovnizombi y volvió a mostrar las credenciales que lo habilitan como uno de los más creativos en el campo de la improvisación libre.
El grupo debutó discográficamente en 1996 con Capitanes de la Industria, al que le sucedieron No retornable (1997), Sistema y efecto -doble CD- (1999), Contacto con la realidad (2001), City Tour (2002), Hombres motor (2003), Otra forma de vida (2005), Ionizados (2009), Dendritas (2014) y Conexión dual (2018).
Para Mattews la opción es bien clara. Se trata de elegir lo desconocido y el camino menos transitado “disfrutando del riesgo de sorprenderse, viviendo en la música”. Un territorio inabarcable de fronteras difusas, que bien le cuadra a Lazo y sus Capitanes, ciudadanos por derecho propio del país del inconformismo y la creatividad.
*las declaraciones de Wenchi Lazo fueron extraidas de la revista virtual El infinito viajar